martes, 28 de diciembre de 2010

LOS BICHARROS (Genetica y sociopolitica) 1ª Parte



Un cuento de; Nelson Barbón


EL EMAIL

De: David Shujman

Para: Carlos Hauser

CC:

Asunto: Necesito tu ayuda

Querido Carlos

Sé que hace mucho tiempo que no nos comunicamos, y lamento hacerlo en estas circunstancias, ya que mis motivos son egoístas y personales.

El hecho es que necesito tu ayuda con urgencia, he iniciado un experimento de implicancias asombrosas y también impredecibles, no voy a detallarte en qué consiste porque es demasiado complejo como para hacerlo por este medio.

Necesitaría que vengas a verme a la Universidad, ya que jamás salgo de ella porque necesito vigilar constantemente el experimento.

Apelo a nuestra vieja amistad para pedirte que dejes tus propios asuntos y vengas, no me atrevería a pedírselo a nadie más, pero realmente te necesito.

Dr. David Shujman

Al bajar mi correo esa mañana, me encontré con el Mail de mi amigo David, que no solo me sorprendió y alegro, sino que además me provoco una enorme intriga, que podría necesitar un Biólogo y Genetista reconocido, de un Sociólogo con inclinación por la ciencia Política?, porque mas allá de nuestra amistad la referencia al experimento remitía sin dudas a nuestros conocimientos académicos.

Aparte los ojos de la pantalla y deje volar los recuerdos, David y yo fuimos amigos desde el primer año de la secundaria, compartíamos el gusto por la C Ficción y nos apasionaba el cine, también nos unía la indiferencia por el futbol lo que nos gano el calificativo de “raros” de parte de la multitud futbolera de nuestros compañeros de secundaria.

Recuerdo la primera vez que fui a su casa, note que el resto de la familia (un hermano y una hermana, además de los padres) me dispensaba un trato cauteloso, casi receloso, tanta tirantez logro que me sintiera incomodo, aunque no alcanzaba a entender los motivos, mas tarde mi amigo me explico que la razón era mi apellido de origen alemán, si bien el relato del sufrimiento de sus abuelos en la segunda guerra mundial hecho luz sobre el asunto, no logro eliminar la sensación de injusticia que me dejo la visita.

Pero la historia habría de tener dos caras, cuando David vino a mi casa, para mi sorpresa mis padres (yo soy hijo único) tuvieron una actitud similar con mi amigo, yo casi no podía creer lo que veía, no necesite explicaciones posteriores, comprendía que para mi sorpresa mis padres guardaban dentro de sí mismos sentimientos de disgusto hacia los judíos, algo que nunca habían explicitado abiertamente, y que se manifestaba ahora frente a mi amigo.

David y yo tuvimos una breve conversación al otro día, yo a modo de explicación solo le dije “no sabía que mis padres eran unos racistas”, David solo me sonrió, me palmeo el hombro y dijo “no importa”, fue en ese momento que nuestra amistad quedo sellada y blindada, ni siquiera el paso del tiempo y la ausencia podía destruirla, David sabia que los 5 años de falta de comunicación no mellaron nuestra amistad y yo sabía que no faltaría a la cita con mi amigo.

Continuara

2ª Parte; EL DOMO

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