Un cuento de; Nelson Barbón
PROYECTO BICHARRO
Después de los abrazos, los saludos y el intercambio de novedades de rigor, David me presento a sus ayudantes, Clarisa Sánchez, una morocha de cabello corto, que según pude entender era bióloga y botanica, Uma Carbone, una rubia de impresionante flacura y ojos como los de un perro Husky, también bióloga especializada en entomología, y Sebastián D`aspi, Geólogo y climatólogo, que era el encargado de mantener el clima del complejo estable, al equipo se agregaban 4 estudiantes avanzados, (dos parejas, según me explico David) que de momento no se encontraban por allí, todos ellos voluntarios.
A pesar de su rostro amable, yo notaba el nerviosismo en David debajo de esa mascara de aparente calma, me invito a tomar mate a su camarote y a charlar tranquilos.
Descendimos por la escalera un piso, o sea al segundo subsuelo, allí nos dirigimos a una especie de departamento pequeño, David cerró la puerta tras de sí y me invito a sentarme, sin más preámbulos comenzó a relatarme él porque me había pedido que viniera, supe del loco proyecto que había encarado y de porque necesitaba a un sociólogo, tarde un buen rato en digerir todos los pormenores del Proyecto Bicharro (una conjunción de Bicho y Bizarro).
David fue uno de los primeros en la Argentina en investigar el ADN, fue un avido lector de todo lo que se iba descubriendo en ese campo, pronto fijo su atención en la inteligencia y en cuales eran los factores que la desencadenaban en el proceso evolutivo, si bien fue en esencia una estrategia adaptativa a los cambios del medio ambiente, fue sin duda la mas exitosa.
Durante mucho tiempo mi amigo fue recolectando datos sobre la característica de cada gen, cuando tuvo suficiente información “diseño” un ADN, hasta allí todo maravilloso con la teoría, pero el ADN era de un animal que jamás había existido, comenzó con una serie de pruebas de clonación y los fracasos se sumaron uno tras otro, no se trataba de traer a la vida un animal extinto a partir de un ADN fosil, como los dinosaurios de Jurasik Park, sino de fabricar uno desde el principio, algo asi como trabajar de dios.
Y es allí donde entra el Husky, o para ser mas apropiado Clarisa, al parecer David estuvo cometiendo una especie de racismo biológico, ya que desecho a los insectos por considerar que no podían desarrollar un nivel de inteligencia similar al de los mamíferos, Clarisa se enojo bastante y le dio a mi amigo una clase magistral sobre entomología.
El hecho es que el Husky entro al proyecto en una etapa en la que mi amigo estaba bastante depresivo por los fracasos y no opuso mucha resistencia, asi que los experimentos se fueron para el lado de la entomología.
Sorpresa¡¡, el Husky logro los primeros éxitos parciales, pero…., siempre hay un pero, los bichos fabricados resultaron agresivos y con una tasa de reproducción alucinante, después de un prolijo bichicidio preventivo, David decidió organizar el proyecto que por primera vez tenia una esperanza en el horizonte, formo el equipo y solicito a la Universidad el uso del Domo, también solicito fondos a una fundación Europea, que se los concedio a cambio de informes trimestrales de los progresos que lograran, eso fue hace 5 años, cuando David dejo de comunicarse conmigo.
En ese tiempo hubo mucho trabajo, muchos fracasos y unos pocos éxitos sumamente significativos, hasta que llegaron a los BICHARROS y todo cambio, eso fue hace 2 años.
Continuara
5ª Parte; Expansion Bicharra