martes, 15 de diciembre de 2015

EL MARIDO, LAS HERMANAS Y EL HERRERO

Mariana, su marido y Cecilia son artesanos ceramistas, trabajan en un pueblo de Córdoba y su fuente de ingresos es el turismo, tienen un local donde venden lo que producen.

En la casa, Cecilia duerme en una pequeña habitación donde suele escuchar el trajín de la actividad sexual, de las discusiones y hasta los comentarios sobre su persona.

Ella es la que hace los trabajos secundarios y cubre los horarios del local cuando su hermana o Sebastián no pueden o no quieren, lleva una vida solitaria, apagada y obligada a ser espectadora de la vida de los otros.

Sebastián es un hippie de clase media, con una carrera frustrada en los primeros años de la facultad, volcado a las artesanías y las filosofías orientales, sin abandonar sus gustos y aspiraciones pequeño burguesas, de estatura media, delgado y con  inclinación a usar el tiempo en divagaciones.

Sebastián comienza a coquetear con Cecilia a espaldas de su esposa, le dedica galanteos y roces disimulados, finalmente ella acepta, lo hace para tener lo que siempre envidio y jamás pudo tener.

Mas adelante el vuelve a insistir;

-hoy a la tarde vamos a estar solos, podríamos repetir lo del otro día-

Para su sorpresa ella le contesta;

-Olvidate, nunca más vamos a hacerlo-

-¿Por qué?, ¿acaso no te gusto?- le pregunta

-Esa no es la cuestión, vos sos el marido de mi hermana, y para mi esta es una situación de mierda que no quiero vivir, así que hacete a la idea de que esto se acabo-

Sebastián se queda helado con la respuesta, y aun más por la firmeza de la deslucida y apocada hermana de su esposa.

Mariana sospecha que algo ha ocurrido con su hermana y su esposo, aunque no tiene ninguna certeza percibe una tensión entre ambos que la excluye a ella, por orgullo se niega a aceptarlo y se fuerza a ignorarlo, pero no puede evitar el sordo rencor que va deteriorando la relación con Sebastián.

Cecilia comienza a faltar por periodos largos del día, Mariana sospecha que algo sucede y se lo pregunta, la respuesta la sorprende;

-Estoy saliendo con un muchacho-

-¿Y quién es?- le pregunta

-No voy a decirte nada, es mi vida privada y no quiero ventilarla-

-Pero soy tu hermana- alega

-Si es cierto, pero vos tenes tu vida privada y tus secretos, y yo tengo derecho a tener los míos-

Mariana queda sorprendida por la desconocida firmeza de su hermana, y la preocupa sentir que se aleja de su influencia, decide vigilarla para averiguar lo que ella no le quiere decir.

Finalmente descubre que está saliendo con Ruben el herrero,  esta shockeada y desearía poner dificultades a la relación pero su hermana tiene una actitud que no le deja lugar a ninguna maniobra.

Ruben mide 1.90 Mts. Tiene un físico atlético y un rostro varonil que atrae las miradas de la mayoría de la mujeres del pueblo, es activo y trabajador, realiza artesanías en hierro que vende a los negocios.

Mariana decide ir a espiar a la casa de Ruben cando ambos estan allí, se acerca a la hora de la siesta cuando las calles están desiertas y logra deslizarse hasta una ventana y espiar por una rendija, ve a Ruben totalmente desnudo a horcajadas de Cecilia, la esta desvistiendo lentamente mientras acaricia su cuerpo y lo besa, cuando comienza a penetrarla Cecilia emite sordos gritos de placer.

Mariana se aparta desencajada y se aleja repitiendo en voz baja

–Perra, mosquita muerta, desagradecida, hacerme esto a mi-

Recorre las tres cuadras que la separan de su casa con el rostro demudado.

Dos días más tarde está en su casa, su marido atendiendo el negocio y a su hermana la envio al pueblo vecino a realizar unos trámites, se viste con ropas sueltas y se dirige a la casa de Ruben.

Entra sin llamar y se dirige al taller donde está Ruben, se para frente a el y comienza a desnudarse,

-ya tenes a una hermana, ¿no te gustaría tener a la otra- le dice en tono meloso.

-¿estás loca?, yo soy el novio de tu hermana- le dice Ruben

-No me importa, ella se encamo con mi marido, ¿lo sabias?, ella no es tan buena como vos crees-

-ya se lo de tu marido, y no me importa, yo a tu    Hermana la quiero y no pienso traicionarla-

-te digo que me cojas, COGEME MIERDA-

Mariana esta cada vez mas alterada

-mira es mejor te vayas-

El comienza a empujarla hacia la salida

-no, no me desprecies, por favor, haceme el amor-

Mariana comienza a llorar y trata de abrazarlo pero el la rechaza y le dice que se vaya, su rostro se torna ceniciento y comienza a vestirse, Sale y se va vacilante hacia su casa.

Al llegar busca una soga, la asegura en una de las vigas del techo, se desnuda y se sube a un taburete, se coloca la soga en el cuello y empuja el banco.

En los últimos estertores, cuando el cerebro comienza a morir imagina estar siendo penetrada por Ruben y tiene el ultimo gran orgasmo de su vida.

 

 

 

 

 

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