Mostrando entradas con la etiqueta Memo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Memo. Mostrar todas las entradas

jueves, 16 de diciembre de 2010

El paraíso:

Por; Memo

Tu luz en mi ventana

Con perfume de mi olvido

Tu recuerdo hiriéndome

Y dándome castigo

Sin piedad alguna a mi suplicio

Ni a mi terca historia,

De guardarte en mi memoria…

Quieta… ahí,

En el paraíso,

Tocando el cielo y el piso…

Mi sueño sigue allá

En el paraíso

Buscando escondrijo

En aquel lugar infinito

Echo de intrépido esplendor

Que ve todo ojo,

Y siente todo corazón

Así que ven

Acércate a mi sueño,

Y vallamos de la mano

A aquel lugar amado

Pero…

Recuerda, y recuérdame

Cuando volvamos a la Tierra

Aunque…

La odiemos por completo, por conocer este otro lugar

Este paraíso

Te pido recuerdes alma mía

Que allí tu odio es alegría,

Y nada de osadía niña mía

Escucha a tu corazón en lo que te diga

Te pido, me recibas en aquel lugar,

En el que la felicidad no va a acabar

Cristemo y la miel

Por; Memo

Hades, el dios del mundo de los muertos, había tenido 15 hijos e hijas, de los cuales, con su colosal belleza se alzaba entre todos, Shunutt, la diosa del dolor y de la venganza, lucía su presencia entre sus numerosos hermano, tan seguido, y con tanto esmero que un buen día sus hermanos decidieron devolverla al mundo de los vivos. Con ayuda de Alastor, el dios de la reencarnación sacaron a la bella Shunutt de su reinado en el otro mundo. Su padre, Hades, que la adoraba, no tomó a bien la noticia.

Shunutt se pasaba el tiempo en el Olimpo, como prisionera de la belleza del lugar, anhelaba volver al mundo de los muertos. Hera, la esposa de Zeus, se disponía a hacerla partícipe de su felicidad en el Olimpo, pero nada funcionaba. Un día, Hera trajo de las profundidades de Grecia, al dios de la bondad y de la pasión, Cristemo a ayudarla con el crecimiento de las plantas en la Tierra. Cristemo, estaba casado con Giselle, la diosa de la belleza y de los celos. Cuando lo vió, Shunutt encontró un motivo para seguir viviendo en el Olimpo. Cristemo, que era muy diferente a ella, la amaba por igual. El problema era lo no correspondido de aquel "amor". Eros, también en el Olimpo, disfrutaba de la escena. Hera, estaba satisfecha.

Shunutt, descansaba en los brazos de Cristemo, cuando recordó:

-Giselle- Dijo

Giselle, estaba allí, entre los árboles contemplando la escena. Los celos de esta fueron tales que, corrió, buscó a Teo el dios de la caza, y le quitó sus flechas, corrió hacia la bella Shunutt y atravesó con ella a la diosa. Esta cayó al piso. Derramando sangre azul por todo el Olimpo, Hera la vió, y juró vengar su muerte.

Cristemo, regresó de su viaje, con la noticia de la ausencia de Giselle. Hera, le contó todo , y éste corrió junto a Shunutt.

Creó, luego de tres días, un lago, no había rastros de Cristemo ni de Shunutt, el lago era del potente amarillo de sus ojos. A la semana siguiente, el ya crecido lago formó un remolino en el centro.

Hera, descubrió horrorizada el cuerpo de Giselle sin vida, flotando en la miel.