jueves, 30 de octubre de 2014

Henning Mankell: "El policial es aburrido"

Por: Héctor Pavón

Dicen que Henning Mankell es parco. Dicen que está enojado. Pero Mankell se siente bien con su enojo y sólo es parco con aquello de lo que no le interesa hablar. Allí levanta un muro del mismo modo que erige torres de palabras para argumentar contra sus enemigos.

Ha estado en Buenos Aires y ha dicho que vino cuando tenía que venir. Y esa referencia a un designio de la voluntad surge porque pudo venir aquí durante la dictadura pero eligió no hacerlo. Ahora sonríe y cuenta con una emoción contenida y discreta cuánto le gusto el paisaje del Tigre, cuánto las fotografías de Manuel Alvarez Bravo en el Malba o una parrillada de la calle Lavalle. Algunos lo vieron comprando libros argentinos y muchos otros salieron más que contentos de la charla que dio en la Feria del Libro. Todavía le preguntan por su última novela publicada en español El chino (Tusquets) y otros por la que acaba de terminar y con la que se supone que jubila al detective Wallander que se llamará El hombre inquieto y que llegará aquí el año próximo.

Mankell se ha destacado como escritor de novelas policiales pero también ha escrito obras singulares como Zapatos italianos o Profundidades donde surgen relatos diferentes pero igualmente intensos. También ha escrito obras de teatro, ensayos y libros para chicos. Lo primero que redactó durante su infancia fue un resumen de Robinson Crusoe. “Los libros son mensajeros que nos hablan de mundos que no podemos experimentar de forma directa”, dice.

En todas sus novelas deja entrever claramente su ideología, su toma de posición respecto al mundo. De hecho, dice que la serie del Wallander empezó con el deseo de escribir sobre el racismo. Para Mankell el enojo es un estado, una actitud que lo mantiene vivo. Se lo percibe así en cada uno de sus textos. Sin embargo, antes de finalizar esta entrevista va a subrayar que esta es una época interesante, excitante…

Usted es uno de los escritores más conocidos y elogiados en el terreno de la novela policial. Sin embargo, dice que no lee novelas policiales…, ¿por qué?

Porque normalmente la novela policial o la ficción criminal es muy aburrida. Hay muy pocos autores que me parecen interesantes. Creo, por ejemplo, que Thomas Harris es muy bueno, el de Hannibal Lecter. Creo que John Le Carré también es muy bueno. Pero encuentro que hay muchísimos autores de policiales que no tienen ningún interés.

Lo seducen más las historias trágicas y clásicas como “Medea” y “Macbeth”…

Lo que yo veo es que el origen del género del crimen o la ficción del crimen es muy, muy antiguo. Podemos remontarnos al drama griego antiguo para encontrar las raíces. El drama de Medea, que tiene 2500 años, es el de una mujer que mata a sus dos hijos por celos de su marido. Si eso no es un policial, entonces no sé qué lo es. Si nos acercamos un poco más en el tiempo, quinientos años atrás, y me preguntan: ¿Cuál es la mejor historia criminal que ha leído?, es Macbeth. Esa es una historia criminal. El hecho es que la ficción criminal, de que sostengamos el “espejo del crimen”, nos da la posibilidad de hablar de las contradicciones en la sociedad. Y la criminalidad es siempre una especie de contradicción. Si usted quiere ese dinero, sale a matar a una persona porque quiere ese dinero. Es una contradicción. Yo trato de trabajar siguiendo esa tradición que usa el crimen como espejo para ver qué pasa en la sociedad. Esa es mi idea de una buena historia criminal.

¿Y Wallander es lo que podríamos llamar un policía sueco típico?

Ahhhh, es difícil de responder. Pero sé que los oficiales policiales suecos leen mis libros y les gustan. Eso es lo único que puedo responder.

El detective Wallander parece estar siempre solo. ¿Cree que disfruta de la soledad?

No. Y no estoy de acuerdo en que está siempre solo. Al menos él trata de encontrar su soledad. El problema es que es un hombre que tiene una hija y está divorciado. ¿Y por qué tiene tantos problemas para encontrar una nueva mujer? Porque todavía ama a su esposa. Los lectores inteligentes, sobre todo mujeres, lo han entendido. Y eso significa que Wallander es un hombre muy apasionado. Sigue enamorado de su mujer. Y cada vez que conoce a otra, piensa en su esposa. Es un hombre apasionado: l’homme passionné.

Ha terminado la última novela con Wallander como protagonista hace tres semanas.

Sí.

¿Ya lo extraña?

Nunca me gustó demasiado. En muchos sentidos, no se parece en nada a mí. Solo tenemos tres cosas en común: la misma edad, amamos la ópera italiana y trabajamos mucho. Pero fuera de eso no creo que vivamos vidas iguales. Si él viviera no podría imaginarlo como un amigo. Creo que trata muy mal a las mujeres, lleva una vida muy extraña, bebe demasiado. Preferiría conocer a Sherlock Holmes. Pero por otro lado, creo que es mucho más fácil escribir sobre una persona que uno no quiere demasiado. Es muy difícil narrar sobre una persona que usted ama. Es mucho más simple escribir sobre alguien que no queremos.

Su última novela publicada en español, “El chino”, no está protagonizada por Wallander. Por el contrario hay tres mujeres que se convierten en personajes fundamentales de la trama: Birgitta Roslin, Vivi Sundberg y Hong Qui. ¿Quiso señalar algo en particular con esa elección?

Es una buena pregunta porque tenía una idea de hacer un libro donde las mujeres fueran los personajes principales. Y como hombre, generalmente me resulta más interesante escribir sobre mujeres. Y supongo que si fuera mujer, me resultaría mucho más interesante escribir sobre hombres. Era un desafío para mí. Por eso, decidí armar esta historia muy complicada con personajes femeninos. Era un desafío que debía enfrentar.

¿Al indagar en la cuestión china, imagina un escenario en el que haya una guerra entre ese país y Estados Unidos?

No.

Una guerra económica…

La guerra económica ya empezó. Me gustaría decirlo de la siguiente manera: hace un poco más de un siglo, algo muy importante sucedió en el mundo. Fue cuando la economía de los Estados Unidos superó a la economía de Inglaterra y se convirtió en la primera economía del mundo. Eso fue hace cien años. Muy pronto, volverá a ocurrir. China pasará a la economía de EE.UU. Y nosotros sabemos, en nuestras vidas lo que ha sido tener a EE.UU. como el número 1 en la economía, en las guerras, en la cultura, en todo. Creo que dentro de diez años, incluso en la lengua española, incluso aquí en la Argentina, va a haber palabras chinas en el idioma. Estoy convencido de eso. Todos usamos un montón de palabras en inglés. Pronto tendremos muchas palabras en chino porque el impacto de China será enorme en el futuro. Pero no creo en una guerra. Y también tiene que recordar que tenemos una tercera economía que está creciendo rápidamente, que es la India. De modo que creo que lo que veremos en el futuro para el resto de nuestras vidas será una especie de competencia entre Asia –China, India– y el resto del mundo. No sé cómo será, no lo sé, pero no creo que haya una guerra así. Creo que los chinos son muy inteligentes como para pensar en ir a una guerra contra los EE.UU., porque EE.UU. será durante mucho tiempo la mayor potencia militar en el mundo. China sabe que no la igualará. Sabe qué, creo que vivimos una época muy interesante.

Uno de los elementos esenciales de “El chino” es el que refiere a la presencia china en Africa…

Sí, esa es la idea del libro. Me parece fantástico que China salga al mundo a hacer negocios con países del Tercer Mundo. Eso es bueno. Pero empecé a ver que, a la larga, los chinos tienen una suerte de dimensión colonial en sus modales. Es decir: los chinos son muy racistas. Los chinos van a Africa y tratan muy mal a los africanos. Es un problema. Lo he visto. Y eso es lo que me preocupa. Y por eso escribí el libro. No sé si es un hecho, pero yo levanto el dedo para alertar: ¡Cuidado! Ya veremos si tengo o no razón. Creo que es importante hablar sobre lo que está haciendo China. El problema con China es que dice: nosotros no interferimos con la política de su país porque no dejamos que nadie interfiera con la política de nuestro país. Eso es malo porque, supongamos que hoy hubiera una dictadura militar en la Argentina. Ellos vendrían y dirían: nosotros sólo hacemos negocios, no nos importa. Les importa un comino que haya una dictadura o lo que sea. Es algo problemático.

Suecia y Africa están distanciados por miles de kilómetros. ¿Cómo lleva su vida viviendo en lugares tan disímiles?

El hecho de dividir mi tiempo entre Suecia y Africa me proporcionó distancia y perspectiva. El paisaje invernal congelado de Härjedalen, en el norte de Suecia, me recuerda el paisaje árido de Mozambique y viceversa, así como el calor seco de Africa puede recordarme el frío de Suecia. Lo mismo ocurre cuando hablamos de la escena de un crimen en Ystad y de la pobreza en Africa. Puedo pasar con facilidad del mundo de Kurt Wallander a un chico sin hogar de Africa, ya que siempre parto de lo mismo, de entender mejor el mundo en que vivimos.

¿Cómo es la visión del mundo desde Africa?

Yo daría vuelta la pregunta. Si usted abre un diario, en cualquier lugar del mundo y dice algo sobre Africa, lo único que verá es cómo ese continente muere, no cómo vive. Creo que la forma en que describen a Africa en los medios masivos es muy mala. Es como si en Africa la gente se estuviera muriendo y nada más. Pero no es verdad. Los africanos luchan, sueñan y aman y trabajan como todos los demás. Me enojo mucho cuando veo esa imagen de Africa porque no es verdadera. Yo vivo ahí. Lo sé. ¿Por qué es así? Yo creo que porque Africa actualmente es muy pobre. Es el continente más pobre. Y lo es porque a la gente no le interesa. Van a seguir explotando a Africa para explotar sus materias primas. Hay que preguntarse y analizar cosas como qué son las materias primas. Incluso los jugadores de fútbol son materia prima. Le daré otro ejemplo en otra área. Manchester, Inglaterra por un lado y por otro tenemos un país en Africa llamado Malawi. En este momento, hay más malawis trabajando en Manchester que en todo Malawi…

Mucha gente en el mundo, y aquí en la Argentina, piensa que Suecia es un paraíso. ¿Para usted lo es también?

Debe tener presente que no fuimos nunca nosotros los que dijimos que Suecia es un paraíso. Ustedes lo dicen. Es una especie de mitología eso de que Suecia es un paraíso. Suecia es una sociedad muy decente para vivir pero no un paraíso. Hace treinta años, había otra mitología referida a Suecia: el de las rubias suecas. Es absurdo. Eso nunca existió. Ustedes crearon la mitología sobre Suecia, no nosotros. Suecia no es un paraíso, nunca lo fue, pero sí es una sociedad decente. Con muchos problemas, pero una buena sociedad. Paraíso, no señor.

¿Y como sueco, se siente culpable de algo?

No, culpable no. Pero creo, cada día, que estamos viviendo en un mundo terrible. Y yo trato de usar mi poder, en la medida de lo posible, para hacer algo al respecto. Y doy dinero. Podría ser un hombre muy rico pero regalo el dinero. Acabo de dar un millón y medio de dólares para crear un hogar para niños huérfanos en Africa para que puedan tener un futuro. Eso es algo maravilloso que se puede hacer. Pero culpa no. Estoy muy enojado y trato de luchar contra esto. Cada mañana me levanto con el sentimiento de que estamos viviendo en un mundo terrible. Tenemos una crisis financiera en el mundo y los que más están sufriendo son los que nunca tuvieron nada que ver con esa crisis. Son las personas más pobres de la Argentina y de Africa. ¿Qué han tenido que ver con Wall Street y Estados Unidos? Nada. Y son los que más están sufriendo. Eso es algo terrible. Camino por la calle aquí y veo a familias enteras viviendo en las calles y me pregunto, Dios mío, ¿qué tiene que ver esta gente con Wall Street? Nada. Por eso, vivimos en un mundo terrible. Estoy muy enojado. Y seguiré estando enojado toda mi vida. Espero.

En su novela “Asesinos sin rostro”, una anciana, antes de morir, susurra una palabra: “extranjero…” En el libro esa palabra tiene un peso muy fuerte…

Pero mire, en ese libro, la historia trata de la xenofobia y el racismo. Y en esa historia fueron realmente unos extranjeros los que cometieron ese crimen y yo siempre prefiero hablar de eso que no hacerlo. Creo que vivimos en un mundo donde hay mucha xenofobia y mucho racismo. Y una cosa que podemos hacer es hablar del tema. Ese libro tiene casi 20 años pero creo que es tan actual hoy como hace 20 años.

Hanif Kureishi dice que los talleres de escritura son las nuevas clínicas psiquiátricas. ¿Usted qué piensa?

Diría: sin comentarios. Por otro lado, pienso que eso tiene dos aspectos. Si la gente siente que le gustaría escribir y entonces va a aprender, me parece bien. Pero si usted hace un curso sólo para ganar dinero en el que está engañando por ejemplo a chicos jóvenes que van y pagan porque les dicen que van a ser escritores, eso es muy malo. Pero contar historias siempre me parece importante, de modo que me parece que eso presenta dos aspectos.

¿Y usted, qué tipo de formación tuvo?

Ninguna. Simplemente escribir. Lo decidí cuando era joven y no he hecho otra cosa en mi vida. Empecé a escribir muy temprano. A los 19 años ya tenía mi primera obra de teatro llevada al escenario; a los 23 ya saqué mi primer libro. Nunca hice otra cosa. Soy una persona muy feliz ahora porque hago lo que soñé de chico. Nunca soñé otra cosa. Simplemente hice esto. Hoy hago exactamente lo que pensaba cuando tenía 10 años.

¿Y los sueños para usted, qué tan importantes son? ¿Lo ayudan a escribir…?

No creo que los sueños sean más importantes que otras cosas. Mis historias vienen de todas partes. Podrían salir de usted mismo, de esta habitación, de algo que leo, o de algo que sueño. No creo que los sueños sean específicamente importantes para mí.

Juan José Millás dice que hay cosas que quisimos preguntarles a nuestros padres pero que nos acordamos demasiado tarde de hacerlo… ¿Le quedaron preguntas sin responder?

No, no realmente. Mis padres –tanto mi padre como mi madre– están muertos. Pero yo creo que conseguí hablar con ellos de todo antes de que murieran o sea que no tengo la sensación de: ¡ah, hay tantas cosas que no sé! Y es lo que trato de hacer con mis hijos. Les digo: háblenme ahora, mientras estoy vivo. No esperen. Es lo que les digo.

¿Qué imagen le viene a la mente cuando escucha la palabra Argentina?

Ahhhhh, algo bueno. Algo mágico, algo místico. Porque cuando yo era chico, Buenos Aires, Argentina, tenía cierto toque místico, mágico. Brasil siempre fue Brasil: samba, todo era muy claro. Pero Argentina tenía algo de mágico, de oscuro, de secreto. En mi caso, siempre tuve la sensación de que mucha gente decía: Ah, tengo ganas de ir a Río de Janeiro. Y yo siempre decía: no, yo tengo ganas de ir a Buenos Aires. Y me preguntaban ¿por qué? ¿Tienen un festival de samba o algo? No, decía yo, iré a ver tango, lo que sea; pero quiero ir. No me pregunte por qué tengo esa imagen. Probablemente porque leí sobre la Argentina.

¿Y cuando escucha el nombre de Dagmar Hagelin?

Por supuesto, pero yo hablo de un impacto de Argentina antes de la dictadura. No se olvide de que yo soy un viejo, o sea que había pensado en la Argentina antes, pero la dictadura me hizo no venir a la Argentina. Porque nunca fui a España estando Franco y nunca iba a venir aquí en esa época. Y por supuesto Dagmar Hagelin fue un símbolo de la crueldad del capitán Astiz. Son personas sobre las que sabemos pero mi imagen de la Argentina se remonta mucho más lejos: a Eva Perón y Juan Perón. Durante la dictadura hubo muchos argentinos que vinieron a Suecia y algunos volvieron. Llegaron a Suecia en esos años, esos tiempos terribles.

En “El chino” usted describe a los maoístas en los años sesenta suecos. ¿Usted fue maoísta?

No, no, no. Siempre fui muy radical pero nunca fui estúpido. Nunca entré en esas sectas extremas. Son casi como una religión. Nunca formé parte, pero lo veía y escribí mucho sobre eso. Radical sí fui. Pero nunca estuve en esa escena.

¿Hay algo que añora en su vida, algo de otra época, una nostalgia?

Sí, quizá, no haber tenido una hija… Siempre quise tener una hija pero tuve cuatro varones. Pero no puedo decir que añoro. Creo que no añoro nada. Mi privilegio es que no recibí nada gratis. Mi padre no era rico. Tuve que trabajar por todo, pero mi privilegio fue poder trabajar en lo que quería, nadie me lo impidió, pero nunca tuve nada gratis. Nunca.

¿En qué lugar del mundo desconocido le gustaría despertar o dormirse…?

Me gustaría mucho ir a la Isla de Pascua. También me gustaría visitar otra isla. ¿Conoce la historia del motín del Bounty? Es de hace 200 años. Un barco inglés llamado Bounty bajo el capitán Bligh. La tripulación se amotina y ponen al capitán en otro barco y lo mandan a una isla. Esa isla se llama Pitcairn y está en la Polinesia. Hoy usted puede ir y encontrar a la gente emparentada con los descendientes de esos ingleses que llegaron a la isla. Después me gustaría ir a la Antártida y supongo que podría cenar ahí. Le mencioné tres islas: la Antártida también es una isla.

¿Le habría gustado vivir en una época en particular?

No. Creo realmente que nuestro tiempo es muy dinámico y es una época muy excitante.

¿Es este el mundo en que soñó vivir cuando era joven?

No. Este mundo es mucho peor de lo que pensé. Estamos viviendo en un mundo malo.

¿Cómo le gustaría ser recordado?

Espero ser recordado como una persona que por lo menos trató de hacer el mundo un poquito mejor. Nada menos.

Raymond Thornton Chandler Biografia

Raymond Thornton Chandler (Chicago, 22 de julio de 1888 - La Jolla, California, 26 de marzo de 1959) fue un escritor estadounidense de novela negra.

Biografía

Su padre, un ingeniero civil estadounidense alcohólico y maltratador, abandonó a su familia y se divorció de su mujer, que vivía con sus tíos maternos, y ella llevó a su hijo a Inglaterra para que recibiese una sólida formación literaria. Ayudado por un próspero abogado cuáquero irlandés que era también tío de su madre, estudió en el Dulwich College de Londres (1900-1905) a clásicos y modernos; era una escuela pública donde se habían formado también escritores como P. G. Wodehouse y C. S. Forester. Después viajó a Francia y Alemania (1905-1907) y se nacionalizó británico en 1907. Tras un breve trabajo en el Almirantazgo que abandonó a causa de no simpatizar con la conducta militar, trabajó como reportero para el London Daily Express y para la Bristol Western Gazette (1908-12). Publicó 27 poemas y su primer relato The Rose Leaf Romance antes de regresar a los Estados Unidos en 1912 con dinero prestado por su tío irlandés. Visitó a su madre y sus otros tíos y se instaló en San Francisco, donde aprendió contabilidad por correspondencia, y luego en Los Ángeles, con su madre, en 1913. Participó en la Primera Guerra Mundial como soldado de los Gordon Highlander de Canadá en las trincheras del frente francés y estaba preparándose como piloto de guerra de la RAF cuando la guerra terminó y regresó a California, donde viviría ya el resto de su vida, trabajando como empleado de banca. Al morir su madre en 1924, se casó con Pearl Cecily Bowen (Cissy Pascal), dieciocho años mayor que él, una mujer con la que ya había entablado relaciones -no aprobadas por su madre-, cuando estaba casada, y una vez divorciada y celebrado el matrimonio, este duró casi treinta años, hasta el fallecimiento de ella en 1954, aunque no tuvo hijos. En 1932, Chandler había logrado ser nombrado vicepresidente del Dabney Oil Syndicate en Signal Hill (California), pero perdió este lucrativo trabajo a causa de su alcoholismo, su absentismo y sus numerosas aventuras con las secretarias. En 1933, a los 45 años y en medio de la Gran Depresión, se dedicó por entero a escribir en pulps, populares revistas de ficción criminal impresas en papel barato.

Su prosa no carece de cualidades estéticas: su estilo supera el impresionismo de Hammet y es característicamente irónico y frecuente en rasgos de ingenio cáustico, sobre todo, en los diálogos. Gracias a él la novela negra ganó una dignidad literaria desconocida hasta entonces. Su primer cuento fue Blackmailers Don't Shoot, para la revista Black Mask, un pulp dedicado a los relatos de acción; desde entonces no abandonó el género.

Intentó imitar a Dashiell Hammett, pero su estilo es muy diferente; Hammett es seco e impresionista, y Chandler irónico y cínico. Creó ya por entonces al detective privado Philip Marlowe. Entre 1933 y 1939, produjo 19 relatos.

De Hammett toma la denuncia de la sociedad americana de la época, donde el dinero y la búsqueda del poder son los motores verdaderos de las relaciones humanas, con sus consecuentes secuelas de crímenes, marginación e injusticia. Reflexionó sobre el arte de la novela policiaca en su ensayo El simple arte de matar (1950).

A los 51 años aparece su primera novela, El sueño eterno (1939), donde Marlowe se mueve por la cara oscura de la soleada ciudad de Los Ángeles y ayuda a evitar el infarto de un millonario al rescatar a su hija de un chantaje; se considera, sin embargo, que su mejor novela es El largo adiós de (1953), en la cual descubre al asesino de la hija de un millonario, de un escritor y de un amigo suyo. En 1943 se le propuso trabajar en Hollywood adaptando el guion de Double Indemnity (Perdición), sobre la novela de James Cain, dirigida por Billy Wilder. Tras la muerte de su esposa en 1954, el escritor sufrió fuertes depresiones, aumentó su alcoholismo e intentó suicidarse en dos ocasiones.

El Noir Infestival, que se celebra cada diciembre en el municipio italiano de Courmayeur, otorga desde 1991 un premio Raymond Chandler de novela negra en su honor.1

Obra

Novelas

  • El sueño eterno (The Big Sleep, 1939)
  • Adiós, muñeca (Farewell, My Lovely, 1940)
  • La ventana siniestra (The High Window, 1942)
  • La dama del lago (The Lady in the Lake, 1943)
  • La hermana pequeña (The Little Sister, 1949)
  • El largo adiós (The Long Goodbye, 1953), Premio Edgar.
  • Playback (Playback, 1958), basada en un guión sin producir.
  • Poodle Springs (Poodle Springs, 1959), novela incompleta.

Guiones

Historias cortas

  • Five Murderers (1944)
  • Trouble Is My Business (1950)
  • The Simple Art of Murder (1950) (El simple arte de matar)
  • Pick-Up On Noon Street (1953)
  • Killer in the Rain (1964) (Asesino bajo la lluvia)
  • The Smell of Fear (1965)
  • The Notebooks of Raymond Chandler (1976)
  • Selected Letters of Raymond Chandler (1981)
  • Raymond Chandler: Stories and Early Novels (1995)

 

El hombre en la calle - G Simenon

Georges Simenon

 

Los cuatro hombres iban apretujados dentro del taxi. En París helaba. A las siete y media de la mañana la ciudad estaba lívida, el viento hacía correr a ras de suelo un polvillo de hielo.

El más delgado de los cuatro, en un asiento abatible, tenía un cigarrillo pegado al labio inferior e iba esposado. El más importante, de mandíbula fuerte, envuelto en un recio abrigo y con un sombrero hongo en la cabeza, fumaba en pipa viendo desfilar ante sus ojos la verja del Bois de Boulogne.

-¿Le hago el número de la pataleta? -propuso amablemente P’tit Louis, el hombre de las esposas-. ¿Con contorsiones, espumarajos, insultos y todo eso?

Maigret gruñó, quitándole el cigarrillo de los labios y abriendo la portezuela, porque ya habían llegado a la Porte de Bagatelle:

-No quieras pasarte de listo.

Los caminos del Bois estaban desiertos, blancos y duros como el mármol. Unas diez personas pateaban la nieve para combatir el frío al lado de un sendero para jinetes, y un fotógrafo quiso retratar al grupo que se acercaba. Pero P’tit Louis, tal como le habían recomendado, levantó los brazos para taparse la cara.

Maigret, con aire malhumorado, giraba la cabeza como un oso, observándolo todo: los edificios nuevos del Boulevard Richard-Wallace, todavía con los postigos cerrados, unos obreros en bicicleta que venían de Puteaux, un tranvía iluminado, dos porteras que caminaban con las manos violáceas de frío.

-¿Todo a punto? -preguntó.

La víspera, había permitido a los periódicos que publicaran la información siguiente:

«EL CRIMEN DE BAGATELLE

»En esta ocasión la policía no ha tardado mucho en aclarar un asunto que parecía ofrecer dificultades insuperables. Como es sabido, el lunes por la mañana un guarda del Bois de Boulogne descubrió en uno de los senderos, a unos cien metros de la Porte de Bagatelle, el cadáver de un hombre que pudo ser identificado inmediatamente.

»Se trata de Ernest Borms, médico vienés muy conocido que vivía en Neuilly desde hacía varios años. Borms vestía esmoquin. Alguien debió de atacarle en la noche del domingo al lunes cuando volvía a su piso, en el Boulevard Richard-Wallace.

»Una bala disparada a quemarropa con un revólver de pequeño calibre lo alcanzó en el corazón.

»Borms, que aún era joven, de buena apariencia, muy elegante, llevaba una intensa vida social.

»Apenas cuarenta y ocho horas después de este crimen, la Policía Judicial acaba de proceder a una detención. Mañana por la mañana, entre las siete y las ocho, se procederá a la reconstrucción del crimen en el lugar de los hechos».

 

Posteriormente, en el Quai des Orfèvres se habló de este asunto, y se comentaba que en él Maigret había utilizado tal vez el más característico de sus procedimientos; pero cuando lo mencionaban en su presencia, reaccionaba de un modo extraño, volviendo la cabeza y emitiendo un gruñido.

¡Vamos allá! Todo el mundo estaba en su sitio. Muy pocos mirones, tal como había previsto. Por algo había elegido aquella hora matinal. Y además, entre las diez o quince personas que daban patadas en el suelo podía reconocerse a varios inspectores que adoptaban un aire lo más inocente posible, y uno de ellos, Torrence, a quien le encantaba disfrazarse, se había vestido de repartidor de leche, lo cual hizo que su jefe se encogiera de hombros.

¡Con tal de que P’tit Louis no exagerara! Era un «cliente» suyo, un delincuente muy conocido, a quien habían detenido el día anterior mientras practicaba su oficio de carterista en el metro.

«Mañana por la mañana nos echarás una mano, y ya procuraremos que esta vez no salgas muy mal librado...»

Lo habían sacado de la prisión.

-¡Adelante! -gruñó Maigret-. Cuando oíste pasos estabas escondido en este rincón, ¿verdad?

-Fue exactamente así, señor comisario. Yo tenía hambre, ¿me comprende? Y no me quedaba ni un céntimo. Entonces me dije que un tipo que volvía a su casa de esmoquin, seguro que llevaba la cartera repleta... «¡La bolsa o la vida!», le dije acercándome a él. Y le juro que no fue culpa mía si se me disparó. Supongo que fue el frío lo que hizo que el dedo apretara el gatillo...

 

Las once de la mañana. Maigret recorría su despacho del Quai des Orfèvres a grandes zancadas, fumaba una pipa tras otra, no cesaba de atender al teléfono.

-¡Oiga! ¿Es usted, jefe? Soy Lucas. He seguido al viejo que parecía interesarse por la reconstrucción. Una pista falsa: es un maniático que todas las mañanas da un paseíto por el Bois.

-De acuerdo, puedes volver.

Once y cuarto.

-Oiga, ¿es el jefe? Soy Torrence. He seguido al joven que usted me indicó mirándome de reojo. Participa en todos los concursos de detectives. Trabaja de dependiente en una tienda de los Campos Elíseos. ¿Puedo regresar?

Hasta las doce menos cinco no recibió una llamada de Janvier.

-Tengo que ser breve, jefe, no sea que el pájaro eche a volar. Lo vigilo por el espejito incrustado en la puerta de la cabina. Estoy en el bar del Nain Jaune, en el Boulevard Rochechouart... Sí, me ha visto. No tiene la conciencia tranquila. Al cruzar el Sena ha tirado algo al río. Además, ha intentado despistarme diez veces. ¿Lo espero aquí?

Así empezó una cacería que iba a prolongarse durante cinco días y cinco noches, por entre transeúntes apresurados, en un París indiferente, de bar en bar, de taberna en taberna; por un lado un hombre solo, por otro Maigret y sus inspectores, que se turnaban en la persecución y que, a fin de cuentas, acabaron tan exhaustos como su perseguido.

Maigret bajó del taxi delante del Nain Jaune, a la hora del aperitivo, y encontró a Janvier acodado en el mostrador. No se tomó la molestia de adoptar un aire inocente. ¡Al contrario!

-¿Quién es?

Con la barbilla, el inspector le indicó un hombre sentado en un rincón, delante de un velador. El hombre los miraba con sus pupilas claras, de un azul grisáceo, que daban a su fisonomía el aspecto de ser extranjero. ¿Nórdico? ¿Eslavo? Más bien eslavo. Llevaba un abrigo gris, un traje de buenas hechuras, un sombrero flexible.

Debía de tener unos treinta y cinco años. Estaba pálido, recién afeitado.

-¿Qué quiere tomar, jefe? ¿Un Picon caliente?

-De acuerdo, un Picon caliente. ¿Qué bebe él?

-Aguardiente. Se ha tomado cinco esta mañana. Y no le extrañe si me trabuco un poco al hablar: siguiéndolo he tenido que entrar en todas las tabernas. Tiene mucho aguante, ¿sabe usted?... Además, fíjese, lleva toda la mañana así. Éste no se da por vencido fácilmente.

Era verdad. Y parecía raro. Aquello no podía llamarse arrogancia ni desafío. El hombre sencillamente los miraba. Si estaba inquieto, no dejaba que nada trasluciese. Su rostro expresaba más bien tristeza, pero una tristeza tranquila, meditabunda.

-En Bagatelle, cuando se dio cuenta de que usted no lo perdía de vista, se fue en seguida, y yo tras él. Aún no había andado cien metros cuando ya había girado la cabeza. Entonces, en vez de salir del Bois, como parecía su intención, echó a andar a grandes zancadas por el primer sendero que encontró. Volvió la cabeza otra vez. Me reconoció. Se sentó en un banco a pesar del frío, y yo me paré a mi vez. Varias veces tuve la impresión de que quería dirigirme la palabra, pero acabó por alejarse encogiéndose de hombros.

»En la Porte Dauphine estuve a punto de perderlo, porque tomó un taxi, pero tuve la suerte de encontrar otro casi al momento. Bajó en la Place de l’Opéra, y se metió precipitadamente en el metro. Yo iba siguiéndolo, cambiamos cinco veces de línea, hasta que empezó a comprender que de esta manera no podría despistarme.

»Volvimos a subir a la superficie. Estábamos en la Place Clichy. Desde entonces no hemos dejado de ir de bar en bar. Yo esperaba que entrara en un buen lugar, con una cabina telefónica desde donde pudiera vigilarlo. Cuando me ha visto telefonear, ha hecho una mueca irónica y triste. Luego, yo hubiese jurado que lo estaba esperando a usted.

-Telefonea a «casa». Que Lucas y Torrence se preparen para venir corriendo al primer aviso. Y que venga también un fotógrafo de Identidad Judicial, con una cámara muy pequeña.

-¡Camarero! -llamó el desconocido-. ¿Qué le debo?

-Tres cincuenta.

-Apostaría a que es polaco -murmuró Maigret a Janvier-. En marcha.

No fueron muy lejos. En la Place Blanche el hombre entró en un pequeño restaurante; ellos lo siguieron y se sentaron a una mesa que estaba junto a la suya. Era un restaurante italiano, y comieron pasta.

A las tres, Lucas fue a relevar a Janvier, cuando éste se hallaba con Maigret en una cervecería frente a la Gare du Nord.

-¿Y el fotógrafo? -preguntó Maigret.

-Espera en la calle para sorprenderlo cuando salga.

Y, en efecto, cuando el polaco salió, después de haber leído los periódicos, un inspector se acercó rápidamente a él. A menos de un metro le hizo una foto. El hombre se llevó en seguida la mano a la cara, pero ya era demasiado tarde, y entonces, demostrando que comprendía, dirigió a Maigret una mirada de reproche.

-Amigo mío -monologaba el comisario-, tienes muy buenas razones para no llevamos a tu domicilio. Pero si tú tienes paciencia, yo tengo tanta como tú...

Al oscurecer, había copos de nieve revoloteando por las calles, mientras el desconocido andaba, con las manos en los bolsillos, esperando la hora de acostarse.

-¿Lo relevo durante la noche, jefe? -propuso Lucas.

-No. Prefiero que te ocupes de la fotografía. En primer lugar, consulta el fichero. Luego investiga en los ambientes extranjeros. Ese tipo conoce París. Seguro que hace tiempo que vive aquí. Alguien ha de conocerlo.

-¿Y si publicásemos su foto en los periódicos?

Maigret miró a su subordinado con desdén. ¿O sea que Lucas, que trabajaba con él desde hacía tantos años, aún no comprendía? ¿Acaso la policía tenía un solo indicio? ¡Nada! ¡Ni un testimonio! Matan a un hombre de noche en el Bois de Boulogne. No se encuentra el arma. Ni una huella. El doctor Borms vive solo, y su único sirviente ignora adónde fue la víspera.

-¡Haz lo que te digo! Largo...

A las doce de la noche por fin el hombre se decidió a cruzar el umbral de un hotel. Maigret le seguía los pasos. Era un hotel de segunda o incluso de tercera categoría.

-Quisiera una habitación.

-¿Me rellena esta ficha, por favor?

La rellena entre titubeos, con los dedos entumecidos por el frío. Mira a Maigret de arriba abajo, como diciéndole: «¡Si cree que me importa que me esté mirando! Escribiré lo que me dé la gana».

Y, en efecto, escribe el primer nombre y apellido que le viene a la cabeza: Nikolas Slaatkovich, domiciliado en Cracovia, que había llegado a París el día anterior.

Todo falso, evidentemente. Maigret telefonea a la Policía Judicial. Se revisan los expedientes de los pisos amueblados, los registros de extranjeros, llaman a los puestos fronterizos. No existe ningún Nikolas Slaatkovich.

-¿Usted también desea una habitación? -pregunta el dueño con una mueca, porque ya se huele que está ante un policía.

-No, gracias. Pasaré la noche en la escalera.

Es más seguro. Se sienta en un peldaño, delante de la puerta de la habitación número 7. Por dos veces esta puerta se abre. El hombre escudriña la oscuridad con la mirada, ve la silueta de Maigret, y termina por acostarse. Por la mañana, la barba le ha crecido, tiene las mejillas rasposas. No ha podido cambiarse de ropa. Ni siquiera tenía peine, y lleva el pelo alborotado.

Lucas acaba de llegar.

-¿Lo relevo, jefe?

Maigret no se resigna a dejar a su desconocido. Lo ha visto pagar la habitación. Lo ha visto palidecer. Y adivina lo que pasa.

En efecto, poco después, en un bar en el que toman, por así decirlo, codo con codo, un café con leche y unos croissants, el hombre, sin ocultarse lo más mínimo, cuenta el dinero que le queda. Un billete de cien francos, dos monedas de veinte, una de diez y menudo. Sus labios se estiran en una mueca de contrariedad.

¡Bueno! Con eso no irá muy lejos. Cuando llegó al Bois de Boulogne, acababa de salir de su casa, porque iba recién afeitado, sin una mota de polvo, sin una arruga en el traje. ¿Tenía intención de volver al cabo de poco? Ni siquiera se preocupó por el dinero que llevaba encima.

Maigret adivina lo que tiró al Sena: los documentos de identidad, tal vez tarjetas de visita.

Quiere evitar a toda costa que se descubra dónde vive.

Y el callejeo típico de los que no tienen techo vuelve a empezar, con paradas delante de las tiendas, de los puestos de vendedores ambulantes, o en los bares, en los que tiene que entrar de vez en cuando, aunque sólo sea para sentarse, sobre todo porque en la calle hace frío, o para leer los periódicos.

¡Ciento cincuenta francos! Al mediodía, nada de restaurantes. El hombre se conforma con huevos duros, que come de pie ante un mostrador, y una cerveza, mientras Maigret engulle unos bocadillos.

El otro duda mucho antes de entrar en un cine. Dentro del bolsillo su mano juega con las monedas. Hay que resistir todo el tiempo posible. El hombre anda y anda...

¡Por cierto! Hay un detalle que llama la atención de Maigret. En su agotadora caminata, el hombre recorre siempre determinados barrios: de la Trinité a la Place Clichy; de la Place Clichy a Barbès, pasando por la Rue Caulaincourt; de Barbès a la Gare du Nord y a la Rue La Fayette...

¿Tiene también miedo de que lo reconozcan? Seguramente elige los barrios más alejados de su casa o de su hotel, los que suele frecuentar.

¿Vive en Montparnasse, como tantos extranjeros? ¿En los alrededores del Panteón?

La ropa que usa indica una posición media. Son prendas cómodas, sobrias, de buena hechura. Sin duda, una profesión liberal. ¡Lleva alianza! O sea que ¡está casado!

Maigret ha tenido que resignarse a ceder su lugar a Torrence. Pasa rápidamente por su casa. Madame Maigret está contrariada: su hermana ha venido de Orléans, ha preparado una cena muy especial, y su marido, después de haberse afeitado y cambiado de ropa, vuelve a irse anunciando que no sabe cuándo regresará.

El comisario se precipita hacia el Quai des Orfèvres.

-¿No hay nada de Lucas para mí?

¡Sí! Hay una nota del brigada. Éste ha ensenado la fotografía en numerosos círculos polacos y rusos. Nadie lo conoce. Tampoco nada en los grupos políticos. En último extremo, ha sacado numerosas copias de la famosa fotografía. En todos los barrios de París hay agentes que van de puerta en puerta, de portería en portería, mostrando la foto a los dueños de los bares y a los camareros.

-¡Oiga! ¿El comisario Maigret? Soy una acomodadora del Ciné-Actualités, en el Boulevard de Strasbourg... Hay aquí un señor, Monsieur Torrence, que me ha dicho que lo telefonee a usted para decirle que está aquí, pero que no se atreve a salir de la sala.

¡No es tonto el hombre! Ha escogido el mejor lugar para pasar algunas horas: con calefacción y por poco precio, sólo dos francos de entrada... ¡y con derecho a varias sesiones!

 

Se ha establecido una curiosa intimidad entre perseguidor y perseguido, entre el hombre cuya barba crece, cuyas ropas se arrugan, y Maigret, que no lo pierde de vista ni un instante. Incluso hay un detalle divertido. Los dos se han resfriado. Tienen la nariz enrojecida. Casi al mismo tiempo sacan el pañuelo del bolsillo, y en una ocasión el hombre no ha podido evitar una vaga sonrisa al ver cómo Maigret suelta una serie de estornudos.

Un hotel sucio, en el Boulevard de la Chapelle, después de cinco sesiones continuas de documentales. En el registro, el mismo nombre. Y de nuevo Maigret se instala en un peldaño de la escalera. Pero como es una casa de citas, cada diez minutos tiene que apartarse para dejar pasar a parejas que lo miran con extrañeza, y las mujeres se quedan intranquilas.

Cuando se le acaben los recursos, cuando los nervios ya no resistan más, ¿se decidirá a volver a su casa? En una cervecería en la que el otro se queda bastante rato y se quita el abrigo gris, Maigret no vacila en tomar la prenda y mirar el interior del cuello. El abrigo se compró en Old England, en el Boulevard des Italiens. Es de confección, y la casa debió de vender docenas de abrigos parecidos. Sin embargo, hay un indicio. Es del invierno anterior. Así pues, el desconocido lleva en París por lo menos un año. Y en el curso de un año seguro que ha tenido que recalar en algún lugar.

Maigret se dedica a tomar ponches para matar el resfriado. El otro va soltando el dinero con cuentagotas. Toma cafés, pero sin añadirles licor. Se alimenta de croissants y de huevos duros.

Las noticias de «casa» son siempre las mismas: ¡nada nuevo! Nadie reconoce la fotografía del polaco. No se ha denunciado ninguna desaparición.

Por lo que respecta al muerto, tampoco nada. Tenía un consultorio importante. Se ganaba muy bien la vida, no se metía en política, salía mucho y, como se ocupaba sobre todo de enfermedades nerviosas, entre sus pacientes abundaban las mujeres.

 

Era una experiencia que Maigret aún no había tenido ocasión de llevar hasta el final: ¿en cuánto tiempo un hombre bien educado, aseado, bien vestido, pierde su barniz exterior cuando tiene que vagabundear por la calle?

¡Cuatro días! Ahora lo sabía. Primero la barba. La primera mañana, el hombre parecía un abogado o un médico, un arquitecto, un industrial; uno se lo imaginaba saliendo de un confortable piso. Una barba de cuatro días lo ha transformado hasta el punto de que, si hubiesen publicado su retrato en los periódicos evocando el caso del Bois de Boulogne, la gente hubiera dicho: «¡Se ve a la legua que tiene cara de asesino!»

Por el frío y el dormir mal, se le había enrojecido el borde de los párpados, y el resfriado le ponía un toque de fiebre en los pómulos. Los zapatos, que habían dejado de estar lustrosos, comenzaban a deformarse. El abrigo empezaba a ajarse y sus pantalones tenían rodilleras.

Incluso se le notaba en la manera de andar. Ya no andaba de la misma forma: iba pegado a las paredes, bajaba la vista cuando los transeúntes lo miraban... Un detalle más: volvía la cabeza al pasar ante un restaurante donde había clientes instalados a las mesas ante copiosos platos.

«¡Tus últimos veinte francos, amigo mío!», calculaba Maigret. «¿Y después?»

Lucas, Torrence y Janvier lo relevaban de vez en cuando, pero él les cedía su lugar con la menor frecuencia posible. Entraba en el Quai des Orfèvres como un huracán, veía al jefe.

-Sería mejor que descansara, Maigret.

Un Maigret huraño, susceptible, como si estuviera dominado por sentimientos contradictorios, contestaba:

-Mi deber es descubrir al asesino, ¿no?

-Evidentemente...

-¡Pues en marcha! -suspiraba con una especie de rencor en la voz-. Me pregunto dónde dormirá esta noche.

¡Los últimos veinte francos! ¡Menos aún! Cuando se reunió con Torrence, éste le dijo que el hombre había comido tres huevos duros y tomado dos cafés con licor en un bar de la esquina de la Rue Montmartre.

-Ocho francos con cincuenta... Le quedan once francos con cincuenta.

Lo admiraba. El otro no sólo no se escondía, sino que andaba a su misma altura, a veces a su lado, y tenía que contenerse para no dirigirle la palabra.

«¡Vamos a ver, hombre! ¿No crees que ya sería hora de que empezases a cantar? En algún lugar te espera una casa con calefacción, una cama, unas zapatillas, una navaja de afeitar, ¿verdad? Y una buena cena...»

¡Pero no! El hombre vagó bajo las luces eléctricas de Les Halles, como los que ya no saben adónde ir, entre los montones de coles y de zanahorias, apartándose al oír el silbato del tren, al paso de los camiones de los hortelanos.

«¡Ya no puedes pagarte una habitación!»

Aquella noche el Servicio Meteorológico registró ocho grados bajo cero. El hombre se compró unas salchichas calientes que una vendedora preparaba al aire libre. ¡Apestaría a ajo y a grasa toda la noche!

En cierto momento intentó introducirse en un pabellón y echarse en un rinconcito. Un agente, al que Maigret no tuvo tiempo de dar instrucciones, lo echó de allí. Ahora cojeaba. Los muelles. El Pont des Arts. ¡Con tal de que no se le ocurriera tirarse al Sena! Maigret no se sentía con ánimos para saltar tras él al agua negra, que empezaba a arrastrar pedazos de hielo.

Iba por el muelle de la sirga. Unos vagabundos refunfuñaban. Bajo los puentes, los buenos lugares ya estaban ocupados.

En uña calleja, cerca de la Place Maubert, a través de los cristales de una extraña taberna se veían a unos viejos que dormían con la cabeza apoyada sobre la mesa. ¡Por veinte céntimos, incluyendo un vaso de vino tinto! El hombre miró a Maigret por entre la oscuridad. Esbozó un ademán fatalista y empujó la puerta. En el tiempo en que ésta se abrió y volvió a cerrarse, Maigret recibió una repugnante tufarada en el rostro. Prefirió quedarse en la calle. Llamó a un agente, lo dejó vigilando en la acera y fue a telefonear a Lucas, que esa noche estaba de guardia.

-Hace una hora que estamos buscándolo, jefe. ¡Lo hemos identificado! Ha sido gracias a una portera. El tipo se llama Stephan Strevzki, arquitecto, treinta y cuatro años, nacido en Varsovia, instalado en Francia desde hace tres años. Trabaja con un decorador del Faubourg Saint-Honoré. Está casado con una húngara, una mujer guapísima que se llama Dora. Vive en Passy, Rue de la Pompe, en un piso por el que paga doce mil francos de alquiler. Nada de política... La portera nunca vio a la víctima. Stephan salió de su casa el lunes por la mañana más temprano de lo que solía. Ella se sorprendió al ver que no regresabas pero dejó de preocuparse al ver que...

-¿Qué hora es?

-Las tres y media. Aquí estoy solo. Me he hecho subir cerveza pero está muy fría...

-Óyeme bien, Lucas. Irás... ¡Sí! ¡Ya lo sé! Es demasiado tarde para los de la mañana, pero en los de la tarde... ¿Lo has entendido?

 

Aquella mañana el hombre llevaba pegado a su ropa un sordo olor a miseria. Los ojos más hundidos. La mirada que dirigió a Maigret, en la pálida mañana, contenía el más patético de los reproches.

¿No lo habían conducido, poco a poco, pero a una velocidad que no dejaba de ser vertiginosa, hasta lo más bajo del escalafón? Se levantó el cuello del abrigo. No salió del barrio. Con mal sabor de boca, se metió en una taberna que acababa de abrir y se bebió, una tras otra, cuatro copas, como para arrancarse el espantoso regusto que aquella noche le había dejado en la garganta y en el pecho.

¡Qué más daba! ¡Ahora ya no le quedaba nada! Sólo podía echar a andar recorriendo calles que el hielo había vuelto resbaladizas. Debía de tener agujetas. Cojeaba de la pierna izquierda. De vez en cuando se detenía y miraba a su alrededor con desesperación.

Como ya no entraba en ningún café donde hubiera teléfono, a Maigret le era imposible hacer que lo relevaran. ¡Otra vez los muelles! ¡Y ese gesto maquinal del hombre que revuelve entre los libros de lance, pasando las páginas, a veces asegurándose de la autenticidad de un grabado o de una estampa! Un viento helado barría el Sena. El agua tintineaba en la proa de las chalanas en movimiento, porque los pedacitos de hielo entrechocaban como si fueran lentejuelas.

Desde lejos, Maigret vio el edificio de la Policía Judicial, la ventana de su despacho. Su cuñada ya había regresado a Orléans. Con tal de que Lucas...

No sabía aún que aquella atroz investigación se convertiría en clásica, y que generaciones de inspectores repetirían sus detalles a los novatos. Era una tontería, pero, por encima de todo, lo conmovía un detalle ridículo: el hombre tenía un grano en la frente, un grano que, fijándose bien, seguramente era un forúnculo, de un color que iba pasando de rojo a morado.

Con tal de que Lucas...

A las doce, el hombre, que decididamente conocía muy bien París, se dirigió hacia donde repartían la sopa popular, al final del Boulevard Saint-Germain Y se puso en la fila de andrajosos. Un viejo le dirigió la palabra, pero él fingió no entenderlo. Entonces otro, con la cara picada de viruela, le habló en ruso.

Maigret cruzó a la acera de enfrente, vaciló, se vio obligado a comer unos bocadillos en una taberna, y volvió la espalda a medias para que el otro, a través de los cristales, no lo viera comer.

Aquellos pobres diablos avanzaban lentamente, entraban en grupos de cuatro o de seis en la sala donde les servían escudillas de sopa caliente. La cola se alargaba. De vez en cuando, los de atrás empujaban, y algunos dejaban oír protestas.

La una. Un chiquillo apareció en el extremo de la calle. Corría, adelantando el cuerpo.

-L ‘Intran... L ‘Intran...

Tampoco él quería perder tiempo. Sabía desde lejos qué transeúntes comprarían el periódico. No hizo el menor caso de la hilera de mendigos.

-L ‘Intran...

Humildemente, el hombre alzó la mano y dijo:

-¡Eh, eh!

Los demás lo miraron. ¿O sea que aún tenía algunos céntimos para comprarse un periódico?

Maigret también llamó a al vendedor, desplegó la hoja y, aliviado, encontró en la primera página lo que buscaba, la fotografía de una mujer joven, bella, sonriente.

 

«INQUIETANTE DESAPARICIÓN

»Se nos comunica que desde hace cuatro días ha desaparecido una joven polaca, Madame Dora Strevzki, que no ha vuelto a su domicilio en Passy, Rue de la Pompe, número 17.

»A ello se añade el significativo hecho de que el marido de la desaparecida, Monsieur Stephan Strevzki, también desapareció de su domicilio la víspera, es decir, el lunes, y la portera, que ha avisado a la policía, declara...»

 

Al hombre sólo le faltaban por recorrer cinco o seis metros, en la fila que lo arrastraba, para tener derecho a su escudilla de sopa humeante. En ese momento salió de la cola, cruzó la calzada, donde estuvo a punto de que lo atropellara un autobús, y llegó a la otra acera, para encontrarse justo ante Maigret.

-¡Estoy a su disposición! -se limitó a decir el hombre-. Lo acompaño adonde usted quiera. Contestaré todas sus preguntas...

 

Estaban todos en el pasillo de la Policía Judicial: Lucas, Janvier, Torrence, además de otros que no habían intervenido en el caso pero que estaban al corriente. Al pasar, Lucas le hizo una señal a Maigret que quería decir: «¡Asunto resuelto!»

Una puerta que se abre y que vuelve a cerrarse. Cerveza y bocadillos encima de la mesa.

-Antes que nada, coma un poco.

Se siente incómodo. No consigue tragar. Por fin el hombre habla.

-Ya que ella se ha ido y está a salvo...

Maigret pareció sentir la necesidad de atizar la estufa.

-Cuando leí en los periódicos lo del crimen, ya hacía tiempo que sospechaba que Dora me engañaba con aquel hombre. También sabía que no era su única amante. Yo conocía bien a Dora, su carácter impetuoso, ¿me comprenden? Sin duda él intentó librarse de ella, y yo sabía que Dora era capaz de... Ella siempre llevaba en el bolso un revólver con adornos de nácar. Cuando los periódicos anunciaron la detención del asesino y la reconstrucción del crimen, quise ver...

Maigret hubiera querido poder decir, como los policías ingleses: «Le advierto que todo lo que declare podrá utilizarse en su contra».

No se había quitado el abrigo. Seguía llevando el sombrero puesto.

-Ahora que ella ya está en lugar seguro... Porque Supongo... -Miró a su alrededor con angustia. Una sospecha cruzó por su mente-. Debió de comprender lo que pasaba al ver que yo no volvía. Yo sabía que eso acabaría así, que Borms no era un hombre para ella, que Dora nunca iba a aceptar servirle de pasatiempo, y que entonces volvería a mí. El domingo por la tarde salió sola, como solía hacer en estos últimos tiempos. Seguramente lo mató cuando...

Maigret se sonó. Se sonó durante largo rato. Un rayo de sol, de ese sol puntiagudo de invierno que acompaña a los grandes fríos, entraba por la ventana. El grano, el forúnculo, brillaba en la frente de aquel a quien no podía llamar más que «el hombre».

-Su esposa lo mató, sí, cuando comprendió que se había burlado de ella. Y usted comprendió que ella lo había matado. Y entonces quiso... -Se acercó bruscamente al polaco-. Le pido perdón, amigo -masculló como si hablase con un antiguo compañero-. Me habían encargado que descubriese la verdad, ¿no? Mi deber era...

-Abrió la puerta-. Que entre Madame Dora Strevzki. Lucas, sigue tú, yo...

Y en la Policía Judicial nadie volvió a verlo durante dos días. El jefe lo telefoneó a su casa.

-Bueno, Maigret. Ya debe de saber que ella lo ha confesado todo y que... A propósito, ¿cómo va su resfriado? Me han dicho...

-No es nada, estoy muy bien. Dentro de veinticuatro horas... ¿Y él?

-¿Cómo dice? ¿Quién?

-¡Él!

-¡Ah, ya comprendo! Ha contratado al mejor abogado de París. Confía en que... Ya sabe, los crímenes pasionales...

Maigret volvió a acostarse y quedó atontado a fuerza de ponches y de aspirinas.

Posteriormente, cuando alguien quería hablarle de aquella investigación, Maigret gruñía: «¿Qué investigación?», para desanimar a los preguntones.

Y el hombre iba a verlo una o dos veces por semana, y lo tenía al corriente de las esperanzas del abogado.

No fue una absolución completa: un año de libertad vigilada.

Y fue ese hombre quien enseñó a Maigret a jugar al ajedrez.

FIN

 

George Simenon - Biografia

Georges Joseph Christian Simenon ([ʒɔʁʒ simnɔ̃] Lieja, 13 de febrero de 1903Lausana, 4 de septiembre de 1989) fue un escritor belga en lengua francesa.

Nació en Lieja, oficialmente el 12 de febrero de 1903. Su vida comienza regida por el misterio, pues en realidad nació el viernes 13 de febrero, pero fue declarado como nacido el 12, por superstición. Simenon fue un novelista de una fecundidad extraordinaria, con 192 novelas publicadas bajo su nombre y una treintena de obras aparecidas bajo 27 seudónimos. Los tirajes acumulados de sus libros alcanzan 550 millones de ejemplares. También fue de llamar la atención en otros aspectos: una vez declaró haber hecho el amor a treinta mil mujeres, cifra que, por supuesto, no ha podido confirmarse.

André Gide, André Therive y Robert Brasillach fueron los primeros en reconocer que se trataba de un gran escritor.

Biografía

Simenon nació en el tercer piso del 26 (actualmente 24) de la « rue Léopold», en Lieja. Fue el primer hijo de Désiré Simenon, contador de una oficina de seguros, y de Henriette, ama de casa, decimotercera hija nacida en una familia acomodada, quienes se casaron el 22 de abril de 1902. A finales de abril de 1905, la familia se mudó al 3 de la « rue Pasteur» (actualmente 25 de la "rue Georges Simenon") en el barrio de Outremeuse. Encontramos la historia de su nacimiento al comienzo de su novela Pedigree.

La familia Simenon era originaria del Limburgo belga, una región de tierras bajas cercanas al río Mosa, encrucijada entre Flandes, Alemania y los Países Bajos. La familia de su madre era también originaria de Limburgo, pero del lado holandés, región llana de tierras húmedas y de brumas, de canales y de granjas. Por el lado de su madre, descendía de Gabriel Brühl, campesino y criminal de la banda de los verts-boucs que azotó Limburgo a partir de 1726, desvalijando granjas e iglesias durante el régimen austríaco, y que terminó colgado en septiembre de 1743 en el Patíbulo de Waubach. Esta ascendencia explica quizás el particular interés del comisario Maigret por las gentes sencillas convertidas en asesinos.

Su juventud en Lieja

En septiembre de 1906 nació su hermano Christian, quien será el hijo preferido de sus padres, lo que marcó profundamente a Georges. Este malestar lo encontramos en novelas como Pietr-le-Letton y Le Fond de la bouteille. Aprende a leer y a escribir a los tres años en la Escuela Sainte-Julienne para párvulos. A partir de septiembre de 1908, empieza sus estudios primarios en el Institut Saint-André, donde siempre se ubica entre los tres primeros puestos de su clase, durante los seis años que ahí pasó, hasta julio de 1914.

En febrero de 1911, la familia se instala en una gran casa en el 53 de la « rue de la Loi», donde su madre alquila habitaciones a inquilinos -estudiantes o pasantes-, de diversos orígenes (rusos, polacos, judíos o belgas). Esto fue para el joven Georges una extraordinaria apertura al mundo que encontraremos en varias de sus novelas como Pedigree, Le Locataire o Crime impuni. Poco después de esta época, se convierte en niño de coro, experiencia que encontramos en L'Affaire Saint-Fiacre y en Le Témoignage de l'enfant de chœur.

En septiembre de 1914, durante su sexto curso, entra al colegio jesuita de Saint-Louis. En el verano de 1915, a la edad de doce años, tiene su primera experiencia sexual con una "muchachona" de quince años, lo que será para él una verdadera revelación, completamente encontrada al adoctrinamiento de pudibundez y castidad impartido por los padres jesuitas. Simenon prefiere, por otro lado, ingresar al colegio Saint-Servais, especializado en ciencias y en letras, en donde pasó los siguientes tres años escolares. Sin embargo, el futuro escritor fue siempre relegado por sus compañeros más adinerados; si en el colegio de los jesuitas Simenon se alejó de la religión, en el colegio Saint-Servais encontró suficientes razones para odiar a los ricos, quienes le hicieron sentir su inferioridad social.

En febrero de 1917, la familia se muda a una antigua oficina de correos abandonada en el barrio de Amercœur. En junio de 1918, tomando como pretexto los problemas cardíacos de su padre, decide abandonar definitivamente los estudios, sin participar siquiera en los exámenes de fin de año. Se sucederán, a partir de entonces, varios trabajos ocasionales sin futuro (aprendiz de panadero, encargado de biblioteca).

En enero de 1919, en abierto conflicto con su madre, Simenon debuta como reportero de la sección de sucesos del periódico conservador La Gazette de Liège, dirigido por Joseph Demarteau tercero. Esta etapa periodística fue para el joven Simenon, a la edad de dieciséis años, una experiencia extraordinaria que le permitió conocer los recovecos de una gran ciudad, tanto en la política como en la criminalidad; asimismo, pudo adentrarse en la vida nocturna, conoció los ambientes marginales de los bares y de las casas de paso, y aprendió a redactar de manera eficaz. Escribió más de 150 artículos bajo el seudónimo « G.Sim». Durante este periodo se interesó particularmente en las investigaciones policiales y asistió a conferencias sobre el método policíaco científico, impartidas por el criminalista francés Edmond Locard.

En junio de 1919, la familia se muda para retornar al barrio de Outremeuse, en la rue de l'Enseignement. Simenon redactó allí su primera novela Au pont des Arches, publicada en 1921 bajo su seudónimo de periodista. A partir de noviembre de 1919, publica las primeras de sus 800 columnas humorísticas, bajo el seudónimo de Monsieur Le Coq (hasta diciembre de 1922). Durante este periodo, profundiza su conocimiento del ambiente nocturno, de las prostitutas, la ebriedad y de las casas de cita. En sus recorridos, encuentra anarquistas, artistas bohemios, así como a dos asesinos a que encontraremos en su novela Les Trois crimes de mes amis. Frecuenta también a un grupo artístico, denominado « La Caque», pero sin comprometerse realmente; es en este medio donde conoce a una estudiante de Bellas Artes, Régine Renchon, con quien se casa en marzo de 1923.

Simenon en París

Durante todo este período, en el que frecuenta a bohemios y marginales, comienza a acariciar la idea de una verdadera ruptura, que hará realidad después de la muerte de su padre, en 1922, huyendo con la rubia Régine Renchon para instalarse en París. En París Simenon lleva una "vida de artista", descubriendo aquella gran capital y aprendiendo a amarla por sus delirios, sus desórdenes y sus delicias. Se lanza al descubrimiento de sus cafés, sus comerciantes de carbón, sus pensiones, sus hoteles lamentables, sus bares de cerveza y sus restaurancillos, que le ofrecen el vino del Beaujolais, el embutido y los sencillos platillos adobados tradicionales (la gastronomía es un leitmotiv secundario en las novelas del comisario Maigret, basta recordar al comisario en una de sus típicas escenas; ordenando bocadillos y cervezas en el curso de una enquête (investigación) o durante un interrogatorio). Allí encuentra al vulgo parisino de artesanos menesterosos, conserjes desabridos y tipos miserables de doble vida. Comienza a escribir bajo diferentes seudónimos y su creatividad le asegura un éxito financiero inmediato.

En 1928, inicia un largo viaje en gabarra que aprovecha para sus reportajes. De este modo descubre el mar y la navegación, que será una constante a lo largo de toda su vida. Simenon decide en 1929 emprender un viaje por los canales de Francia y hace construir un barco el "Ostrogoth" en el que vive hasta 1931. En 1930, en una serie de novelas cortas escritas para Détective, por encargo de Joseph Kessel, aparece por primera vez el personaje del comisario Maigret. En 1932, Simenon inicia una serie de viajes y de reportajes sobre África, Europa oriental, la Unión Soviética y Turquía. Después de una larga travesía por el Mediterráneo, se embarca en un viaje alrededor del mundo entre 1934 y 1935. En sus escalas efectúa reportajes, se entrevista con numerosos personajes, y toma muchas fotografías. Aprovecha también para descubrir el placer de las mujeres de todas las latitudes.

Simenon y la región de La Rochelle

En la obra de Simenon, treinta cuatro novelas y novelas cortas se sitúan o evocan la ciudad de La Rochelle. Entre Las Novelas, podemos citar « Le Testament Donnadieu» (1936), « Le Voyageur de la Toussaint» (1941) y « Les Fantômes du Chapelier».

Simenon descubre La Rochelle en 1927 en camino de sus vacaciones en la Isla de Aix, huyendo de la peligrosa atracción de Joséphine Baker de la que era amante. En ese año descubre también la pasión por el mar, y es en el curso de una travesía en barco que desembarcará en los muelles de La Rochelle e irá a tomar un trago al « Café de la Paix» que luego será su cuartel general y escenario central de su novela « Le Testament Donadieu». Es en este café, en 1939, donde toma conocimiento a través de la TSF de la declaración de guerra; Simenon ordena entonces una botella de champán, y haciendo frente a la sorpresa de los parroquianos, dice: « ¡Al menos así estaremos seguros que ésta no se la beberán los alemanes!».

De abril de 1932 a 1936, se instala con su esposa « Tigy» en La Richardière, una mansión del siglo XVI, situada en Marsilly, que utilizará como modelo del castillo Donnadieu: « ese edificio de piedra gris coronada de pizarras, rodeado por una avenida de castaños, con un pequeño parque estrecho, tupido, húmedo, arrinconado entre viejos muros, un bosque en miniatura, dos hectáreas de robles, ámbito de arañas y serpientes».

Desde comienzos de 1938, alquila la villa Agnès, en La Rochelle, antes de comprar en agosto de 1938 « una casa sencilla de la campiña» en Nieul-sur-Mer. Su primer hijo nacerá allí en 1939.

La visión ambigua que Simenon tendrá de la región y de la burguesía local ofuscará algunas veces a sus habitantes. Finalmente, incómodos pero felices, en 1989, la ciudad le rendirá un homenaje al bautizar con el nombre de « Georges Simenon» al muelle situado al frente del de los Grandes Yates, sin embargo ya muy enfermo, Simenon no pudo hacer el viaje. En 2003, otro homenaje tuvo lugar en presencia de su hijo « John Simenon».

Simenon después de la guerra

Simenon pasa la guerra en Vendée y mantiene correspondencia con André Gide. En 1945, al finalizar la guerra, se traslada a Estados Unidos, a Connecticut, pero va a recorrer durante diez años ese inmenso continente, a fin de saciar su curiosidad y su apetito por la vida. Durante esos años norteamericanos, visita intensamente Nueva York, Florida, Arizona, California y toda la Costa Este, miles de miles de moteles, de rutas y de paisajes grandiosos. Va a descubrir también una nueva manera de trabajar para la Policía y la Justicia y conoce también a su segunda esposa, la canadiense Denise Ouimet, 17 años más joven que él. Simenon vivirá con ella una relación pasional de sexo, celos y disputas alcohólicas.

En 1952, es recibido en la Academia Real de Bélgica, y regresa definitivamente a Europa en 1955. Después de un animado período en la Costa Azul codeándose con la jet-set, termina por instalarse en Lausana, Suiza. En 1960, preside el festival de Cannes; aquel año la prestigiosa Palma de Oro es atribuida al film de culto La dolce vita de Federico Fellini. A partir de los años sesenta desarrolló un meningioma, una clase de tumor cerebral benigno con el que, como que en aquella época no había escáneres, vivió casi 15 años y a consecuencia del cual le cambió el carácter y él y su familia padecieron sus migrañas, irritabilidad y mal humor y, cuando se operó ya con 83 años, se convirtió en otra persona y, como cuenta su hijo y principal heredero John Simenon, la transformación fue extraordinaria: "Se convirtió en un tipo dinámico, divertido, se transformó en el personaje que describían todos los que le habían conocido antes de la guerra". El tumor aparentemente no afectó a su trabajo, aunque es posible que tuviera bastante que ver con su decisión de dejar de escribir novelas en 1972,1 cuando tenía sólo 69 años, pero sin dejar la escritura y la exploración de los meandros humanos, comenzando por sí mismo, en una larga autobiografía de 21 volúmenes, dictada a su pequeño magnetófono: «Me interesé por los hombres, el hombre de la calle en particular, intenté comprenderlo de una manera fraternal... ¿Qué he construido? En el fondo, eso no me interesa». Se trata de los 21 volúmenes de Dictées, a los que siguieron la Carta a mi madre y dos volúmenes de Memorias íntimas; como cuenta en estas últimas, el suicidio de su hija Marie-Jo amargó sus últimos años.

Análisis

A diferencia de muchos autores de hoy, quienes intentan construir una intriga lo más compleja posible -como en un juego de ajedrez- Simenon propone una intriga simple, con un argumento y personajes definidos, y un héroe dotado de humanidad, obligado a ir al borde de sí mismo, de su lógica.

El mensaje de Simenon es complejo y ambiguo: ni culpables ni inocentes absolutos, sólo culpabilidades que se engendran y se destruyen en cadena. Las novelas del escritor sumergen al lector en un mundo rico de formas, colores, olores, ruidos, sabores y sensaciones táctiles; al que se entra desde la primera frase...

En la estación de Poitiers, en la que había cambiado de tren, ella no pudo resistir.(...) Hacía realmente calor. Era agosto y el expreso que la había traído desde París estaba rebosante de gente que se iba de vacaciones. Revolviendo furtivamente en su bolsa para buscar una moneda, balbuceó: Sírvame otra.

Extraído de Tía Jeanne

El crítico Robert Poulet ha dicho: "Casi todos sus relatos comienzan por cien páginas magistrales en las que se asiste como a un fenómeno natural y en las cuales se encuentra infaliblemente ante una determinada cantidad de materia viva de la que otro Simenon se apoderará para extraer dramas y sorpresas bastante menos hábilmente" Él también ha precisado que Simenon era mejor en la pintura de estados que en la de acciones, definiendo su universo como estático.

Fuera del Comisario Maigret, sus mejores novelas están basadas en intrigas situada en pequeñas ciudades de provincia en las que incuban sombríos personajes de apariencia respetable, pero dedicados a oscuras empresas, en una atmósfera hipócrita y agobiante, de la que los mejores ejemplos son las novelas Les Inconnus dans la maison y Le Voyageur de la Toussaint, pero también Panique, Les Fiançailles de M. Hire, La Marie du port y La Vérité sur bébé Donge.

Simenon en cifras

Sus novelas hacen referencia a 1800 lugares en el mundo entero y dan vida a más de 9000 personajes; pero cuyos datos son grosso modo:

  • 103 episodios de Maigret (75 novelas y 28 novelas cortas);
  • 117 novelas conteniendo 25000 páginas;
  • Obras completas publicadas bajo su patrónimo contenidas en 27 volúmenes;
  • Más de 500 millones de libros vendidos;
  • Traducciones en 55 lenguas;
  • Publicado en 44 países;
  • Más de 50 filmes basados en su obra, sólo en el cine francés;
  • Millares de artículos en diferentes periódicos;
  • Un millar de reportajes alrededor del mundo.

Simenon en el cine

El Simenon es relativamente estático, pero eso no ha desanimado a los realizadores cinematográficos, considerado como el "arte del movimiento", a llevar a la pantalla grande su obra. Más de cincuenta películas han sido rodadas en el cine francés a partir de las obras de Simenon. Decenas de otros han sido rodados por otras industrias cinematográficas alrededor del mundo.

Fue el primer novelista contemporáneo en ser adaptado desde el debut del cine parlante con La nuit du carrefour y Le chien jaune, aparecidos en 1931 y llevados a la pantalla en 1932.

Pero, en fin, los filmes logrados son bastante raros, porque entre la fidelidad decepcionante y la traición fecunda, la línea divisoria es estrecha. Numerosos realizadores lo han intentado con mayor o menor éxito. Finalmente la elección del intérprete se revela siempre primordial, sobre todo para el célebre comisario Maigret, porque es alrededor de él que se estructurará el film; su personalidad, su humanidad y su presencia, deben ser tan definidos como la intriga.

Los actores que han interpretado, en el cine, al famoso comisario son: Pierre Renoir, quien fue uno de los mejores, Abel Tarride, Harry Baur quien fue también uno de los mejores, Albert Préjean quien fue el menos convincente y el peor elegido, Charles Laughton, Michel Simon, Maurice Manson, Jean Gabin quien supo llenar el rol y darle una composición inteligente, Gino Cervi y Heinz Rühmann quien compuso un Maigret rico y verosímil.

Jean Gabin y Simenon eran muy amigos y el actor interpretó un total de diez filmes adaptados de Simenon, con los cuales hizo casi olvidar su pasado cinematográfico y sus numerosos roles de chico malo.

Filmografía (no exhaustiva)

  • La Nuit du Carrefour (Maigret), rodado en 1932 por Jean Renoir y con la actuación de Pierre Renoir, el primero y probablemente el mejor de sus intérpretes.
  • Le Chien jaune (Maigret), realizado en 1932.
  • La Tête d'un homme (Maigret), rodado en 1933 por Julien Duvivier e interpetado por Harry Baur.
  • Picpus (Maigret) rodado en 1942 por Richard Pottier con Albert Préjean.
  • Les Inconnus dans la maison rodado en 1942 por Henri Decouin, guion de Georges Clouzot con Raimu, considerada una obra de arte
  • Cécile est morte (Maigret) rodado en 1943 por Maurice Tourneur con Albert Préjean.
  • Le Voyageur de la Toussaint rodado en 1943 por Louis Daquin, diálogos de Marcel Aymé, con Jules Berry, Gabrielle Dorziat, Louis Seigner, Serge Reggiani y Jean Desailly, un excelente film y una buena interpretación.
  • Les caves du Majestic (Maigret) rodado en 1944 por Richard Pottier con Albert Préjean.
  • Panique rodado en 1946 por Julien Duvivier.
  • Les Fiançailles de M. Hire
  • La Marie du port rodado en 1949 por Marcel Carné con Jean Gabin, Blanchette Brunoy y Nicole Courcelle, fotografía destacable de Henri Alekan.
  • Brelan d'As (Maigret) rodado en 1952 por Henri Verneuil con Michel Simon.
  • La Vérité sur Bébé Donge rodado en 1952 par Henri Decouin con Jean Gabin y Danielle Darrieux.
  • Le Sang à la tête (de Le Fils Cardinaud) rodado en 1956 por Gilles Grangier.
  • Le Passager clandestin rodado en 1957 por Ralph Habib (mal film).
  • Maigret tend un piège (Maigret) rodado en 1958 por Jean Delannoy con Jean Gabin.
  • En cas de malheur rodado en 1958 por Claude Autant-Lara.
  • Maigret et l'affaire Saint-Fiacre (Maigret) rodado en 1959 por Jean Delannoy con Jean Gabin, un muy buen Maigret.
  • Le Baron de l'Écluse rodado en 1960 por Jean Delannoy.
  • Le Président rodado en 1961 por Henri Verneuil.
  • La Mort de Belle rodado en 1961 por Édouard Molinaro, adaptación y diálogos de Jean Anouilh, con un Jean Desailly conmovedor, un drama muy hermoso.
  • Maigret voit rouge (Maigret) rodado en 1963 por Gilles Grangier con Jean Gabin.
  • L'Aîné des Ferchaux rodado en 1963 por Jean-Pierre Melville (mal film).
  • Trois chambres à Manhattan realizado en 1965 por Marcel Carné (film no logrado).
  • Maigret fait mouche (Maigret, de La Danseuse du gai moulin) realizado en 1968 por Alfred Weidenmann con Heinz Rühmann, guion de Herbert Reinecker, padre de "Inspecteur Derrick", una adaptación lograda.
  • La Veuve Couderc realizado en 1971 por Pierre Granier-Deferre.
  • Le Train rodado en 1973 por Pierre Granier-Deferre.
  • L'Horloger de Saint-Paul realizado en 1974 por Bertrand Tavernier.
  • Les Fantômes du chapelier rodado en 1982 por Claude Chabrol (film no logrado).
  • Équateur rodado en 1983 por Serge Gainsbourg.
  • Monsieur Hire (de Panique) rodado en 1989 por Patrice Leconte con Philippe Noiret, Michel Blanc y Sandrine Bonnaire.
  • Betty rodado en 1992 por Claude Chabrol con Marie Trintignant, su mejor rol.
  • L'Ours en peluche rodado en 1993 por Jacques Deray.
  • En plein cœur, remake de En cas de malheur, rodado por Pierre Jolivet en 1998 con Gérard Lanvin, Carole Bouquet y Viginie Ledoyen.
  • Feux rouges, rodado en 2004 por Cédric Kahn, con Jean-Pierre Darroussin y Carole Bouquet.
  • The Man from London, pendiente de estreno, rodada en 2007 por Béla Tarr.

Simenon en la televisión

Hay varias series de telefilms relacionados con el comisario Maigret en numerosos países:

En Francia, una mini-serie y dos series han sido rodadas: Una primera serie de tres episodios fue rodada a inicios de los años 50 con Maurice Manson en el rol de Maigret. En realidad esos episodios reagrupados y retrabajados, fueron estrenados en el cine bajo el título « Maigret dirige l'enquête». En 1960, un telefilm dramático, « Liberty-Bar», fue también realizado con Jean-Marie Coldefy en el rol. La primera serie fue la realizada a partir de 1967 con Jean Richard en el rol principal, rol que interpretará 88 veces en 24 años; la otra con Bruno Cremer.

En Inglaterra, tres series han sido realizadas: una serie de 52 episodios fue realizada entre 1960 y 1964 con Rupert Davies en el rol de Maigret; una segunda serie, entre 1964 y 1968 con Kees Bruce en el rol principal; una tercera realizada en 1991 con Michael Gambon bajo el Título de « Inspector Maigret» (sí, se trata del mismo actor que interpreta a Albus Dumbledore en Harry Potter y el Prisionero de Azkabán).

En Italia, una serie fue realizada con Bruno Cervi.

Finalmente, en Estados Unidos, algunos títulos fueron adaptados en telefilms desde mayo de 1950 en la CBS con Herbert Berghof en el rol principal y en 1952 con Eli Wallach. Como estrellas invitadas de las series francesas, podemos encontrar a grandes actores como:

Catherine Allégret, Michel Blanc, Patrick Bruel, Jean-Pierre Castaldi, Daniel Ceccaldi, Fanny Cottençon, Gérard Depardieu, Jean Desailly, Gérard Desarthe, Dora Doll, Suzanne Flon, Michel Galabru, Ginette Garcin, Roland Giraud, Daniel Gélin, Macha Méril, Simone Valère, Rosy Varte, Marthe Villalonga, y otros más… en la primera serie; Heinz Bennent, Michel Bouquet, Élisabeth Bourgine, Aurore Clément, Arielle Dombasle, Marie Dubois, Renée Faure, Andréa Ferréol, Ginette Garcin, Bernadette Lafont, Odette Laure, Michael Lonsdale, Claude Piéplu, Agnès Soral, Alexandra Vandernoot, Emmanuelle Béart, Virginie Ledoyen, Karin Viard, Jean Yanne, y otros más… en la segunda serie.

Bibliografías

Comisario Maigret - Novelas

  1. Pietr el letón (Pietr-le-Letton) (mayo de 1931)
  2. El difunto filántropo (M. Gallet décédé) (febrero de 1931 1931)
  3. El ahorcado de la iglesia (Le pendu de Saint-Pholien) (febrero de 1931)
  4. El asesino del canal (Le charretier de la Providence) (marzo de 1931)
  5. La cabeza de un hombre (La tête d'un homme / L'homme de la Tour Eiffel) (septiembre de 1931)
  6. El perro canelo (Le chien jaune) (abril de 1931)
  7. La noche de la encrucijada (La nuit du carrefour) (junio de 1931)
  8. Crimen en Holanda (Un crime en Hollande) (julio de 1931)
  9. La taberna del puerto (Au rendez-vous des Terre-Neuvas) (agosto de 1931)
  10. La bailarina del «Gai-Moulin» (La danseuse du Gai-Moulin) (noviembre de 1931)
  11. La amargura del condenado (La guinguette à deux sous) (diciembre de 1931)
  12. El puerto de las brumas (Le port des brumes) (mayo de 1932)
  13. La sombra chinesca (L'ombre chinoise) (enero de 1932)
  14. El caso Saint-Fiacre (L'affaire Saint-Fiacre) (febrero de 1932)
  15. Entre los flamencos (Chez les Flamands) (marzo de 1932)
  16. El loco de Bergerac (Le fou de Bergerac) (abril de 1932)
  17. Liberty bar (Liberty Bar) (julio de 1932)
  18. La esclusa número uno (L'écluse no. 1) (junio de 1933)
  19. Maigret (Maigret) (marzo de 1934)
  20. Los sótanos del Majestic (Les caves du Majestic) (diciembre de 1939)
  21. La casa del juez (La maison du juge) (enero de 1940)
  22. Cecile ha muerto (Cécile est morte) (diciembre de 1940)
  23. Firmado Picpus (Signé Picpus) (1941)
  24. Una extraña sirvienta (Félicie est là) (1941)
  25. El inspector cadáver (L'Inspecteur Cadavre) (1941)
  26. Maigret se enfada (Maigret se fâche) (agosto de 1945
  27. Maigret en Nueva York (Maigret à New York) (marzo de 1946)
  28. Las vacaciones de Maigret (Les vacances de Maigret) (noviembre de 1947)
  29. Maigret y su muerto (Maigret et son mort) (diciembre de 1947)
  30. La primera investigación de Maigret (La première enquête de Maigret, 1913) (1948)
  31. Mi amigo Maigret (Mon ami Maigret) (febrero de 1949)
  32. Maigret en Arizona (Maigret chez le coroner) (julio de 1949)
  33. Maigret y la anciana (Maigret et la vieille dame) (diciembre de 1949)
  34. La amiga de Madame Maigret (L'amie de Mme Maigret) (diciembre de 1949)
  35. Las memorias de Maigret (Les mémoires de Maigret) (septiembre de 1950)
  36. Maigret en el Picratt's (Maigret au « Picratt's») (diciembre de 1950)
  37. Maigret en la pensión (Maigret en meublé) (febrero de 1951)
  38. Maigret y la Espingarda (Maigret et la grande perche) (mayo de 1951)
  39. Maigret, Lognon y los gángsters (Maigret, Lognon et les gangsters) (septiembre de 1951)
  40. El revólver de Maigret (Le revolver de Maigret) (junio de 1952)
  41. Maigret y el hombre del banco (Maigret et l'homme du banc) (1953)
  42. Maigret tiene miedo (Maigret a peur) (marzo de 1953)
  43. Maigret se equivoca (Maigret se trompe) (agosto de 1953)
  44. Maigret en la escuela (Maigret à l'école) (diciembre de 1953)
  45. Maigret y la joven muerta (Maigret et la jeune morte) (enero de 1954)
  46. Maigret y el caso del ministro (Maigret chez le ministre) (agosto de 1954)
  47. Maigret y el cuerpo sin cabeza (Maigret et le corps sans tête) (enero de 1955)
  48. Maigret tiende un lazo (Maigret tend un piège) (julio de 1955)
  49. Un fracaso de Maigret (Un échec de Maigret) (marzo de 1955)
  50. Maigret se divierte (Maigret s'amuse) (septiembre de 1956)
  51. Maigret viaja (Maigret voyage) (agosto de 1957)
  52. Los escrúpulos de Maigret (Les scrupules de Maigret) (diciembre de 1957)
  53. Maigret y los testigos recalcitrantes (Maigret et les témoins récalcitrants) (1958)
  54. Una confidencia de Maigret (Une confidence de Maigret) (mayo de 1959)
  55. Maigret en la audiencia (Maigret aux assises) (noviembre de 1959)
  56. Maigret y los ancianos (Maigret et les vieillards) (junio de 1960)
  57. Maigret y el ladrón perezoso (Maigret et le voleur paresseux) (enero de 1961)
  58. Maigret y las buenas personas (Maigret et les braves gens) (septiembre de 1961)
  59. Maigret y el cliente del sábado (Maigret et le client du samedi) (febrero de 1962)
  60. Maigret y el extraño vagabundo (Maigret et le clochard) (mayo de 1962)
  61. La furia de Maigret (La colère de Maigret) (junio de 1962)
  62. Maigret y el fantasma (Maigret et le fantôme) (junio de 1963)
  63. Maigret se defiende (Maigret se défend) (julio de 1964)
  64. La paciencia de Maigret (La patience de Maigret) (marzo de 1965)
  65. Maigret y el caso Nahour (Maigret et l'affaire Nahour) (febrero de 1966)
  66. El ladrón de Maigret (Le voleur de Maigret) (noviembre de 1966)
  67. Maigret en Vichy (Maigret à Vichy) (septiembre de 1967)
  68. Maigret vacila (Maigret hésite) (enero de 1968)
  69. El amigo de la infancia de Maigret (L'ami d'enfance de Maigret) (junio de 1968)
  70. Maigret y el asesino (Maigret et le tueur) (abril de 1969)
  71. Maigret y el mayorista de vinos (Maigret et le marchand de vin) (septiembre de 1969)
  72. La loca de Maigret (La folle de Maigret) (mayo de 1970)
  73. Maigret y el hombre solitario (Maigret et l'homme tout seul) (febrero de 1971)
  74. Maigret y el confidente (Maigret et l'indicateur) (junio de 1971)
  75. Maigret y Monsieur Charles (Maigret et Monsieur Charles) (febrero de 1972)

Comisario Maigret - Novelas - Colección "Las novelas de Maigret" del editor "Luis de Caralt"

  1. Maigret y los ancianos (Maigret et les vieillards, 1960)
  2. Maigret en la Audiencia (Maigret aux assises, 1959)
  3. Los escrúpulos de Maigret (Les scrupules de Maigret, 1958)
  4. Maigret y el ladrón perezoso (Maigret et le voleur paresseux, 1961)
  5. Maigret y los testigos recalcitrantes (Maigret et les témoins récalcitrants, 1958)
  6. Maigret a pensión (Maigret en meublé, 1951)
  7. Un fracaso de Maigret (Un échec de Maigret, 1956)
  8. Maigret y el hombre del banco (Maigret et l'homme du banc, 1953)
  9. Maigret tiene miedo (Maigret a peur, 1953)
  10. Maigret se divierte (Maigret s'amuse, 1957)
  11. Una confidencia de Maigret (Une confidence de Maigret, 1959)
  12. Maigret viaja (Maigret voyage, 1958)
  13. Maigret y las buenas personas (Maigret et les braves gens, 1962)
  14. Maigret y la muchacha asesinada (Maigret et la jeune morte, 1954)
  15. Maigret tiende un lazo (Maigret tend un piège, 1955)
  16. Maigret se equivoca (Maigret se trompe, 1953)
  17. Maigret y el caso del ministro (Maigret chez le ministre, 1954)
  18. Maigret con la muerte en los talones (Maigret et son mort, 1948)
  19. Maigret en Nueva York (Maigret à New-York, 1947)
  20. Maigret y el cliente del sábado (Maigret et le client du samedi, 1962)
  21. Maigret y los cerditos sin rabo (Maigret et les petits cochons sans queue, 1950)
  22. Las noches blancas de Maigret (Le revolver de Maigret, 1952)
  23. Maigret, Lognon y los gángsteres (Maigret, Lognon et les gangsters, 1952)
  24. Maigret en los dominios del "coroner" (Maigret chez le coroner, 1949)
  25. Maigret en los bajos fondos (Maigret et la grande perche, 1951)
  26. Maigret y el "Gigoló" (Mon ami Maigret, 1949)
  27. La agitada navidad de Maigret (Un Noël de Maigret, 1951)
  28. La furia de Maigret (La colère de Maigret, 1963)
  29. Maigret y el extraño vagabundo (Maigret et le clochard, 1963)
  30. Maigret y el falso culpable (Maigret à l'école, 1954)
  31. Maigret en el "Picratt's" (Maigret au Picratt's, 1951)
  32. Maigret y los aristócratas (La première enquête de Maigret, 1913, 1949)
  33. Maigret y el perro canelo (Le chien jaune, 1931)
  34. Maigret y el tercer hombre (L'amie de Madame Maigret, 1950)
  35. La muerte ronda a Maigret (Pietr-le-Letton, 1931)
  36. Maigret y la vieja señora (Maigret et la vieille dame, 1949)
  37. Maigret y el fantasma (Maigret et le fantôme, 1964)
  38. Maigret y el inspector sin suerte (Maigret et l'inspecteur malgracieux, 1947)
  39. Maigret y el cuerpo sin cabeza (Maigret et le corps sans tête, 1955)
  40. Las vacaciones de Maigret (Les vacances de Maigret, 1948)
  41. Maigret se defiende (Maigret se défend, 1964)
  42. Maigret se enfada (Maigret se fâche, 1947)
  43. La paciencia de Maigret (La patience de Maigret, 1965)
  44. Un crimen en Holanda (Un crime en Hollande, 1931)
  45. A la cita de los Terranovas (Au Rendez-Vous des Terre-Neuvas, 1931)
  46. Maigret en casa de los "Flamencos" (Chez les Flamands, 1932)
  47. Las memorias de Maigret (Les Mémoires de Maigret, 1951)
  48. Cecile ha muerto (Cécile est morte, 1942)
  49. Los sótanos del "Majestic" (Les caves du Majestic, 1942)
  50. La bailarina del "Gai-Moulin" (La danseuse du Gai-Moulin, 1931)
  51. La esclusa número 1 (L'écluse nº. 1, 1933)
  52. La casa del juez (La maison du juge, 1942)
  53. Maigret (Maigret, 1934)
  54. Maigret y el Liberty Bar (Liberty Bar, 1937)
  55. Maigret y los muertos del canal (Le charretier de la Providence, 1931)
  56. El hombre de la Torre Eiffel (La tête d'un homme (L'homme de la Tour Eiffel), 1931)
  57. El ahorcado de "Saint Pholien" (Le pendu de Saint-Pholien, 1931)
  58. La muerte del señor Gallet (Monsieur Gallet, décédé, 1931)
  59. La sombra chinesca (L'ombre chinoise, 1932)
  60. La taberna de los dos centavos (La guinguette à deux sous, 1932)
  61. El loco de Bergerac (Le fou de Bergerac, 1932)
  62. Firmado: Picpus (Signé Picpus, 1944)
  63. El inspector Cadáver (L'Inspecteur Cadáver, 1944)
  64. Felicia está ahí (Félicie est là, 1944)
  65. El enamorado de la señora Maigret (L'amoureux de Madame Maigret, 1939)
  66. Las investigaciones de Maigret (1974)
  67. Stan, el asesino (Stan le tueur, 1938)
  68. Maigret y el caso Nahour (Maigret et l'affaire Nahour, 1966)
  69. El ladrón de Maigret (Le voleur de Maigret, 1967)
  70. Maigret en Vichy (Maigret à Vichy, 1968)
  71. Maigret vacila (Maigret hésite, 1968)
  72. El amigo de infancia de Maigret (L'ami d'enfance de Maigret, 1968)
  73. Maigret y el asesino (Maigret et le tueur, 1969)
  74. La noche de la encrucijada (La nuit du carrefour, 1931)
  75. La loca de Maigret (La folle de Maigret, 1970)
  76. Maigret y el mayorista de vinos (Maigret et le marchand de vin, 1970)
  77. Maigret y el hombre solitario (Maigret et l'homme tout seul, 1971)
  78. Maigret y el confidente (Maigret et l'indicateur, 1971)

Comisario Maigret - Cuentos

  • Un error de Maigret (Une erreur de Maigret) (1938)
  • El enamorado de la señora Maigret (L'amoureux de Madame Maigret) (1938)
  • Stan, el asesino (Stan le tueur) (1938)
  • La posada de los ahogados (L'Auberge aux noyés) (1938)
  • La pinaza de los ahorcados (La péniche aux deux pendus) (1938)
  • El caso del Boulevard de Beaumarchais (L'affaire du Boulevard Beaumarchais) (1938)
  • La ventana de enfrente (La fenêtre ouverte) (1938)
  • El Señor Lunes (Monsieur Lundi) (1938)
  • Jeumont, 51 minutos de parada (Jeumont, 51 minutes d'arrêt) (1938)
  • Los goterones de cera (Les larmes de bougie) (1938)
  • Rue Pigalle (Rue Pigalle) (1938)
  • La anciana señora de Bayeux (La vieille dame de Bayeux) (1938)
  • La Esterlla del Norte (L'Étoile du Nord) (1938)
  • Tempestad sobre la Mancha (Tempête sur la Manche) (1938)
  • Mademoiselle Berthe y su amante (Mademoiselle Berthe et son amant) (1938)
  • (L'improbable Monsieur Owen) (1938) - No editado en lengua castellana
  • (Ceux du Grand Café) (1938)- No editado en lengua castellana
  • El notario de Chateauneuf (Le notaire du Châteauneuf) (1938)
  • El hombre de la calle (L'Homme dans la rue) (1939) - Ha sido prologado por García Márquez en una crónica deliciosa - Tusquets Editores, 1994
  • Maigret en la subasta (Vente à la bougie) (1939)
  • (Menaces de mort) (1942) - No editado en lengua castellana
  • La pipa de Maigret (La pipe de Maigret) (junio de 1945)
  • El testimonio del monaguillo (Le témoinage de l'enfant de chœur) (1946)
  • El cliente más obstinado del mundo (Le client le plus obstiné du monde) (mayo de 1946)
  • Maigret y el inspector sin suerte (Maigret et l'inspecteur malgracieux) (mayo de 1946)
  • No se mata a los pobres tipos (On ne tue pas les pauvres types) (agosto de 1946)
  • Pena de muerte (Peine de mort) (noviembre de 1936)
  • La agitada navidad de Maigret (Un Noël de Maigret) (mayo de 1950)

Novelas sin Maigret

  • El parador de Alsacia (Le relais d'Alsace) (julio de 1931)
  • El pasajero del Polarlys (Le passager du Polarlys) (1932)
  • El hombre de Londres (L'Homme de Londres) (1933)
  • La casa del canal (La Maison du canal) (1933)
  • El Asno Rojo (L'Ane Rouge) (1933)
  • El efecto de la luna (Le coup de lune) (1933)
  • La epilepsia (Le haut mal) (1933)
  • La prometida del Sr. Hire (Les fiançailles de M.Hire) (1933)
  • Los vecinos de enfrente (Les gens d'en face) (1933)
  • El pensionista (Le locataire) (1934)
  • Los suicidas (Les suicides) (1934)
  • La sed (Ceux de la Soif) (1935)
  • El asesino (L'assassin) (1935)
  • Los clientes de Avrenos (Les clients d'Avrenos) (1935)
  • Los Pitard (Les Pitard) (1935)
  • Barrio Negro (Quartier Negre) (1935)
  • 45º a la sombra (45° à l'ombre) (1936)
  • Las señoritas de Corcaneau (Les demoiselles de Corcaneau) (1936)
  • El evadido (L'évade) (1936)
  • (Long Course) (1936)
  • Arrabal Faoubourg (Faubourg) (1937)
  • El blanco con gafas (Le blanc a lunettes) (1937)
  • El testamento (Le testament Donadieu) (1937)
  • Un turista en Tahiti (Turiste de Bananes) (1937)
  • Callejón sin salida (Chemin sans issue) (1938)
  • La casa de los Krull (Chez Krull) (1938)
  • María la del puerto (La Marie du port) (1938)
  • El Caballo Blanco (Le Cheval Blanc) (1938)
  • El sospechoso (Le suspect) (1938)
  • Los supervivientes del Telémaco (Les rescapés du Télémaque) (1938)
  • Las hermanas Lacroix (Les soeurs Lacroix) (1938)
  • Los crímenes de mis amigos (Les trois crimes de mes amis) (1938)
  • El hombre que miraba pasar los trenes(L'homme qui regardait passer les trains) (1938)
  • Monsieur la Souris (Monsieur la Souris) (1938)
  • Desconocidos en casa (Inconnus dans la maison) (1939)
  • El alcalde de Furnes (Le bourgmestre de Furnes) (1939)
  • (Le Coup de Vague)(1940)
  • La viuda Couderc (La veuve Couderc) (1940)
  • Malempin (Malempin) (1940)
  • Bergelon (Bergelon) (1941)
  • Sala de lo criminal (Cour d'assises) (1941)
  • La ciudad bajo la lluvia (Il pleut bergeré...) (1941)
  • La casa de las 7 muchachas (La maison des sept jeunes filles) (1941)
  • El hijo de Cardinaud (Le fils Cardinaud) (1941)
  • El viajero del día de todos los santos (Le voyageur de la Touissaint) (1941)
  • El proscrito (L'outlaw) (1941)
  • La verdad sobre mi mujer (La vérité sur Bébé Donge) (1942)
  • Tío Charles se ha encerrado (Oncle Charles s'est fermé) (1942)
  • El atestado del gendarme (Les rapports du gendarme) (1944)
  • La mirada indiscreta (La fenêtre des Rouet) (1945)
  • La huida (La fuite de Monsieur Monde) (1945)
  • El mayor de los Ferchaux (L'aîné des Ferchaux) (1946)
  • El círculo de los Mahé (Le cercle des Mahé) (1946)
  • Las bodas de Poitiers (Les noces de Poitiers) (1946)
  • Carta a mi juez (Lettre à mon juge) (1946)
  • Tres habitaciones en Manhattan (Trois chambres a Manhattan) (1946)
  • Hasta el último aliento (Au bout de rouleau) (1947)
  • El clan de los Ostendeses (Le clan des Ostendais) (1947)
  • El destino de los Malou (Le destin des Malou) (1947)
  • El pasajero clandestino (Le passeger clandestin) (1947)
  • El rancho de la Yegua Perdida (La Jument Perdu) (1948)
  • La nieve estaba sucia (La neige était sale) (1948)
  • El testigo de Maletras (Le bilan Maletras) (1948)
  • Los fantasmas del sombrerero (Les fantomes du chapelier) (1948)
  • Pedigree (Pedigree) (1948)
  • El fondo de la botella (Le fond de la Boutielle) (1949)
  • Los 4 días de un pobre hombre (Les quatre jous du pauvre homme) (1949)
  • El entierro del Sr. Bouvet (L'enterrament de Monsieur Bouvet) (1950)
  • Los postigos verdes (Les volets verts) (1950)
  • El forastero (Un nouveau dans la villes) (1950)
  • La muerte de Belle (La mort de Belle) (1951)
  • Anais (Le temps d'Anaïs')' (1951)
  • Tian Jeanne (Tante Jeanne) (1951)
  • Una vida nueva (Une vie comme neuve) (1951)
  • Los hermanos Rico (Les Freres Rico) (1952)
  • Maria la bizca (Marie qui louche) (1952)
  • Antonio y Julia (Antoine et Julie) (1953)
  • Luces rojas (Feux rouges) (1953)
  • La escalera de hierro (L'ecalier de fer) (1953)
  • (Crime impuni) (1954)
  • El gran Bob (Le grand Bob) (1954)
  • El hijo del relojero (L'horologer d'Everton) (1954)
  • (La boule noire) (1955)
  • Los testigos (Les témoins) (1955)
  • Por si algo me ocurriera (En cas de malheur) (1956)
  • (Le petit homme d'Arkhangelsk) (1956)
  • Los cómplices (Les complices) (1956)
  • El hijo (Le fils) (1957)
  • El negro (Le nègre) (1957)
  • Domingo (Dimanche) (1958)
  • El paso de la frontera (Le passage de la ligne) (1958)
  • El presidente (Le président) (1958)
  • Strip-tease (Strip-tease) (1958)
  • La anciana (La vieille) (1959)
  • El vido (Le veuf) (1959)
  • Betty (Betty) (1960)
  • El osito de felpudo (L'ours en peluche) (1960)
  • El tren (Le train) (1961)
  • La puerta (La porte) (1962)
  • Los anillos de la memoria (Les anneaux de Bicêtre) (1962)
  • Los otros (Les autres) (1962)
  • La habitación azul (La chambre bleue) (1963)
  • El hombre del perrito (L'homme au petit chien) (1964)
  • La mirada inocente (Le petit saint) (1965)
  • El tren de Venecia (Le train de Venise) (1965)
  • (La mort d'Auguste) (1966)
  • El gato (Le chat)(1966)
  • (Le confessionnal) (1966)
  • (Le déménagement) (1967)
  • (La main) (1968)
  • (La prison) (1968)
  • (Il y a encore des noisetiers)(1969)
  • (Novembre) (1969)
  • (Le riche homme) (1970)
  • (La cage de verre) (1970)
  • (La disaparition d'Odile) (1971)
  • (Les innocents) (1972)

Simenon en Acantilado

En octubre de 2012, Acantilado empezó a publicar la obra completa de Georges Simenon. Bajo estas líneas se indican los títulos disponibles hasta la fecha:

  • El gato (2012)
  • Pietr, el Letón (Los casos de Maigret) (2012)
  • El perro canelo (Los casos de Maigret) (2012)
  • La casa del canal (2012)
  • Los vecinos de enfrente (2013)
  • Las hermanas Lacroix (2013)
  • Maigret en los dominios del córoner (Los casos de Maigret) (2013)
  • La nieve estaba sucia (2014)

Cuentos sin Maigret

  • (L'affaire du canal) - Nouvelles introuvables 1931-1934 (1928 - 1929)
  • (Le coffre-fort de la S.S.S.) - Les 13 mystères (abril de 1929)
  • (L'affaire Lefrançois) - Les 13 mystères (abril de 1929)
  • (Le dossier n° 16) - Les 13 mystères (abril de 1929)
  • (Le mort invraisemblable) - Les 13 mystères (abril de 1929)
  • (Le dénommé Popaul) - Les 13 mystères (mayo de 1929)
  • (La cheminée du Lorraine) - Les 13 mystères (mayo de 1929)
  • (Le pavillon de la Croix-Rousse) - Les 13 mystères (mayo de 1929)
  • (Les trois Rembrandt) - Les 13 mystères (mayo de 1929)
  • (Le vol du lycée de B...) - Les 13 mystères (mayo de 1929)
  • (Les deux ingénieurs) - Les 13 mystères (junio de 1929)
  • (La bombe de l'Astoria) - Les 13 mystères (junio de 1929)
  • (L'écluse n° 14) - Les 13 mystères (junio de 1929)
  • (La tabatière en or) - Les 13 mystères (junio de 1929)
  • El Inspector G89 (« G 7»,) - Les 13 énigmes (septiembre de 1929)
  • El naufragio de Catherine (Le naufrage du Catherine) - Les 13 énigmes (octubre de 1929)
  • El cadáver desaparecido (Le corps disparu) - Les 13 énigmes (octubre de 1929)
  • El espíritu trasladador (L'esprit déménageur) - Les 13 énigmes (octubre de 1929)
  • Hans Peter (Hans Peter) - Les 13 énigmes (octubre de 1929)
  • El hombre tatuado (L'homme tatoué) - Les 13 énigmes (octubre de 1929)
  • El perro amarillo (Le chien jaune) - Les 13 énigmes (noviembre de 1929)
  • El castillo de los desaparecidos (Le château des disparus) - Les 13 énigmes (noviembre de 1929)
  • El incendio del parque Monceau (L'incendie du parc Monceau) - Les 13 énigmes (noviembre de 1929)
  • La masía Costefigues (Le mas Costefigues) - Les 13 énigmes (noviembre de 1929)
  • El drama de Dunkerque (Le drame de Dunkerque) - Les 13 énigmes (diciembre de 1929)
  • La desconocida de Etretat (L'inconnue d'Étretat) - Les 13 énigmes (diciembre de 1929)
  • El secreto del fuerte Bayard (Le secret de fort Bayard) - Les 13 énigmes (diciembre de 1929)
  • (Le yacht et la panthère) - Nouvelles introuvables 1931-1934 (marzo de 1930)
  • (Ziliouk) - Les 13 coupables (marzo de 1930)
  • (Les « Flamands») - Les 13 coupables (abril de 1930)
  • (Arnold Schuttringer) - Les 13 coupables (abril de 1930)
  • (Madame Smitt) - Les 13 coupables (abril de 1930)
  • (Monsieur Rodrigues) - Les 13 coupables (abril de 1930)
  • (Nouchi) - Les 13 coupables (abril de 1930)
  • (Nicolas) - Les 13 coupables (mayo de 1930)
  • (Waldemar Strvzeski) - Les 13 coupables (mayo de 1930)
  • (Philippe) - Les 13 coupables (mayo de 1930)
  • (Les Timmermans) - Les 13 coupables (mayo de 1930)
  • (Bus) - Les 13 coupables (junio de 1930)
  • (Otto Müller) - Les 13 coupables (junio de 1930)
  • (Le Pacha) Les 13 coupables (junio de 1930)
  • (Sing-Sing ou la maison des trois marches) - Nouvelles introuvables 1931-1934 (marzo de 1931)
  • (La folle d'Itteville) (mayo de 1931)
  • (Mademoiselle Augustine) - Nouvelles introuvables 1931-1934 (diciembre de 1932)
  • La noche de ls siete minutos (La nuit des sept minutes) Les sept minutes (abril de 1933)
  • (La nuit du pont Marie) (junio de 1933)
  • (La croisière invraisemblable) - Les sept minutes (septiembre de 1933)
  • El enigma de Maria Galante (L'énigme de la Marie-Galante) - Les sept minutes (septiembre de 1933)
  • (Le Grand Langoustier) - Les sept minutes (octubre de 1933)
  • (Moss et Hoch) - Nouvelles introuvables 1931-1934 (diciembre de 1933)
  • (L'as de l'arrestation)- Nouvelles introuvables 1931-1934 (diciembre de 1934)
  • (L'oranger des îles Marquises) - Nouvelles introuvables 1936-1941 (febrero de 1936)
  • (Monsieur Mimosa) - Nouvelles introuvables 1936-1941 (enero de 1937)
  • (Les trois messieurs du consortium) - Nouvelles introuvables 1936-1941 (junio de 1938)
  • (L'escale de Buenaventura) - Nouvelles exotiques (octubre de 1938)
  • (L'homme qui mitraillait les rats) - Nouvelles introuvables 1936-1941 (octubre de 1938)
  • (Un crime au Gabon) - Nouvelles exotiques (diciembre de 1938)
  • (Le policier d'Istanbul) - Nouvelles exotiques (enero de 1939)
  • (Les mystères du Grand-Saint-Georges) - (febrero de 1939)
  • (L'enquête de Mademoiselle Doche) - Nouvelles exotiques (marzo de 1939)
  • (La ligne du désert) - Nouvelles exotiques (abril de 1939)
  • (La tête de Joseph)(octubre de 1939)
  • (Little Samuel à Tahiti) (noviembre de 1939)
  • (La demoiselle en bleu pâle) - Le Petit Docteur (noviembre de 1939)
  • (Le flair du Petit Docteur) - Le Petit Docteur (noviembre de 1939)
  • (Rendez-vous avec un mort) - Le Petit Docteur (noviembre de 1939)
  • (Le docteur de Kirkenes) - La rue aux trois poussins (diciembre de 1939)
  • (Une femme a crie) - Le Petit Docteur (diciembre de 1939)
  • (Le comique du Saint-Antoine) - La rue aux trois poussins (enero de 1940)
  • (Le fantôme de Monsieur Marbe) - Le Petit Docteur (enero de 1940)
  • Los maridos del 1 de diciembre (Les mariés du 1.er décembre) - Le Petit Docteur (enero de 1940)
  • El muerto caído del cielo (Le mort tombé du ciel) - Le Petit Docteur (febrero de 1940)
  • (Le capitaine du Vasco) - La rue aux trois poussins (febrero de 1940)
  • (Le matin des trois absoutes) - La rue aux trois poussins (marzo de 1940)
  • El Pasajero y su negro (Le passager et son nègre) Le Petit Docteur - (marzo de 1940)
  • El timbre de alarma (La sonnette d'alarme) - Le Petit Docteur (marzo de 1940)
  • (Le crime du Malgracieux) - La rue aux trois poussins (abril de 1940)
  • La pista del Pelirrojo (La piste de l'homme roux) - Le Petit Docteur (abril de 1940)
  • El almirante ha desaparecido (L'Amiral a disparu) - Le Petit Docteur (mayo de 1940)
  • El Holandés afortunado (La bonne fortune du Hollandais) - Le Petit Docteur (mayo de 1940)
  • (Le vieux couple de Cherbourg) (mayo de 1940)
  • La choza de madera (La cabane en bois) - Les dossiers de l'Agence O (mayo de 1940)
  • (Le château de l'arsenic) - Le Petit Docteur (junio de 1940)
  • (La révolte du Canari)(julio de 1940)
  • (Annette et la dame blonde) - La rue aux trois poussins (verano de 1940)
  • (Le châle de Marie Dudon) - Le testament Donadieu (octubre de 1940)
  • (La femme du pilote) - Le bateau d'Émile (octubre de 1940)
  • (Le doigt de Barraquier) - Le bateau d'Émile (octubre de 1940)
  • (Le destin de Monsieur Saft)(noviembre de 1940)
  • (Les demoiselles de Queue de Vache) - La rue aux trois poussins (1941)
  • (L'amoureux aux pantoufles) - Le Petit Docteur (enero de 1941)
  • (Les cent mille francs de P'tite Madame) - Nouvelles introuvables 1936-1941 (enero de 1941)
  • (Le nègre s'est endormi) - Le bateau d'Émile (enero de 1941)
  • (L'aventurier au parapluie) Nouvelles introuvables 1936-1941 (febrero de 1941)
  • (Les larmes à l'estragon) - Le bateau d'Émile (marzo de 1941)
  • (Valérie s'en va) - Le bateau d'Émile (marzo de 1941)
  • (La cabane à Flipke) - Nouvelles introuvables 1936-1941 (abril de 1941)
  • La jaula de emilio (La cage d'Émile) - Les dossiers de l'Agence O (abril de 1941)
  • (La jeune fille de La Rochelle) - Les dossiers de l'Agence O (abril de 1941)
  • (Le naufrage de l'« armoire à glace») - La rue aux trois poussins (abril de 1941)
  • La detención del músico (L'arrestation du musicien) - Les dossiers de l'Agence O (mayo de 1941)
  • El estrangulador de Moret (L'étrangleur de Moret) - Les dossiers de l'Agence O (mayo de 1941)
  • El hombre desnudo (L'homme tout nu) - Les dossiers de l'Agence O (mayo de 1941)
  • (L'épingle en fer à cheval) - Le bateau d'Émile (junio de 1941)
  • (La piste du Hollandais) - La rue aux trois poussins (junio de 1941)
  • Los tres botes de la Caleta (Les trois bateaux de la calanque) - Les dossiers de l'Agence O (junio de 1941)
  • El anciano del lapicero (Le vieillard au porte-mine) - Les dossiers de l'Agence O (junio de 1941)
  • (La rue aux trois poussins) - La rue aux trois poussins (julio de 1941)
  • La florista de Deauville (La fleuriste de Deauville) - Les dossiers de l'Agence O (julio de 1941)
  • Emile en Bruselas (Émile à Bruxelles) - Les dossiers de l'Agence O (agosto de 1941)
  • (Le mari de Mélie) - La rue aux trois poussins (agosto de 1941)
  • El billete de metro (Le ticket de métro) - Les dossiers de l'Agence O (agosto de 1941)
  • El prisionero de Lagny - (Le prisonnier de Lagny) - Les dossiers de l'Agence O (septiembre de 1941)
  • (Le docteur Tant-Pis) - Les dossiers de l'Agence O (octubre de 1941)
  • (Le Club des Vieilles Dames) - Les dossiers de l'Agence O (octubre de 1941)
  • El Chantaje de la agencia O (Le chantage de l'Agence O) - Les dossiers de l'Agence O (noviembre de 1941)
  • (Le baron de l'écluse, ou la croisière du Potam) - Le bateau d'Émile (diciembre de 1941)
  • Luto por Fonsine (Le deuil de Fonsine) - Maigret et les petits cochons sans queue (enero de 1945)
  • Madame cuatro y sus hijos (Madame Quatre et ses enfants) - Maigret et les petits cochons sans queue (enero de 1945)
  • (L'homme à barbe) - La rue aux trois poussins (junio de 1945)
  • (Les mains pleines) - La rue aux trois poussins (junio de 1945)
  • (Nicolas) - La rue aux trois poussins (junio de 1945)
  • (Le bateau d'Émile - Le bateau d'Émile (julio de 1945)
  • La escala de buenaventura (L'escale de Buenaventura) - Maigret et les petits cochons sans queue (agosto de 1946)
  • Los cerditos sin rabo (Les petits cochons sans queue), Maigret et les petits cochons sans queue (noviembre de 1946)
  • Bajo pena de muerte (Sous peine de mort) - Maigret et les petits cochons sans queue (noviembre de 1946)
  • El sastrecillo y el sombrerero (Le petit tailleur et le chapelier) - Maigret et les petits cochons sans queue (abril de 1947)
  • Un tal señor Berquin (Un certain Monsieur Berquin) - Maigret et les petits cochons sans queue (octubre de 1947)
  • (Le petit restaurant des Ternes) - Un Noël de Maigret (diciembre de 1949)
  • (Sept petites croix dans un carnet) - Un Noël de Maigret (abril de 1950)
  • (La chanteuse de Pigalle) - Nouvelles inédites (enero de 1952)
  • (L'invalide à la tête de bois) - Nouvelles inédites (febrero de 1952)
  • (Le gros lot) - Nouvelles inédites (noviembre de 1953)

Nota a las Bibliografías: Como ya se ha dicho en anteriores ediciones se ha respetado los títulos originales en francés, sin embargo se ha colocado los títulos de algunas de las obras de Simenon de las que se tiene constancia que se han vertido al español con el título con el que han aparecido en esta última lengua, en algunos casos puede que haya aparecido bajo más de un nombre, en ese caso se pondrá el de la edición más reciente. La intención es que la relación sea lo más exhaustiva posible, aunque tengan que incluirse obras que aún no han sido traducidas al español y su nombre tengan que aparecer con el título original en este caso.